SAN ANTONIO.- Los Mavericks de Dallas habían perdonado en demasiadas ocasiones a sus rivales acérrimos del mismo estado.
Una ventaja de 3-1 sobre los Spurs de San Antonio se había desvanecido, lo mismo que una diferencia de 20 puntos en favor de los Mavericks, en el séptimo y definitivo partido de la serie.
Pero en la prórroga, el alemán Dirk Nowitzki y sus compañeros de Dallas eliminaron por fin a los campeones defensores de la NBA.
Dallas derrotó por 119-111 a los Spurs, la noche del lunes, gracias a 37 puntos de Nowitzki y 27 de Jason Terry, suspendido durante el sexto encuentro por un golpe bajo contra el ex Maverick Michael Finley en el partido anterior.
Tim Duncan hizo 41 puntos, para encabezar la ofensiva de San Antonio.
Dallas avanzó a la final de la Conferencia del Oeste por segunda vez en cuatro años, pero con un equipo prácticamente nuevo. Nowitzki es el único titular que queda de aquel conjunto que fue eliminado por los propios Spurs en el 2003.
Los Mavericks no han disputado nunca una final de la NBA, pero llegarán a la próxima ronda como favoritos, sin importar si su rival son los Suns de Phoenix o los Clippers de Los Angeles. Esa serie también se dirimía en su séptimo partido, la noche del lunes, en Phoenix.
Los Spurs ganaron 63 encuentros, un récord de la franquicia. Eran los primeros preclasificados en la conferencia y pensaban que al fin podrían repetir como campeones.
Tendrán que comenzar de nuevo el año próximo, en busca de sumar un título a los que consiguieron en 1999, 2003 y 2005.
Los Mavericks tuvieron una temporada regular casi tan buena como los Spurs. Ganaron 60 partidos pero al parecer, se reservaron lo mejor de su desempeño para la postemporada.
Por los Spurs, el argentino Manu Ginobili jugó durante 42 minutos, en los que sumó 23 puntos, dos rebotes, dos asistencias y cinco faltas.
Los Spurs tuvieron la oportunidad de ganar en el tiempo regular. Ginobili se enfiló a la canasta con unos 6 segundos restantes y falló su disparo.
Duncan tomó el balón y Nowitzki estiró un brazo para bloquear el tiro que hubiera resuelto el partido.
Fue una reivindicación para Nowitzki, quien tuvo el balón en sus manos en las tres derrotas de Dallas, y perdió la oportunidad de ganar o empatar esos duelos en los últimos segundos.