OSLO.- El jamaicano Asafa Powell estrenó la Liga de Oro con su novena victoria del año pero su registro de 9.98 estuvo lejos del récord de 100 metros que comparte con Justin Gatlin, en una reunión que ofreció la rara imagen del etíope Kenenisa Bekele derrotado por un keniano, Isaac Songok.
Powell vela sus armas a la espera del gran duelo con Gatlin por la supremacía mundial de la velocidad. El 28 de julio están citados en Londres, pero los representantes de ambos negocian otro desafío para una fecha anterior, a fin de rentabilizar cuanto antes la expectación creada en torno al récord mundial compartido (9.77).
El pasado día 28, en Eugene (EEUU), Powell, campeón de la Commonwealth, logró su novena victoria consecutiva de la temporada -cinco en 100 y cuatro en relevos- con su mejor marca del año (9.93). En la misma reunión Gatlin hizo 9.88 pero en otra serie.
Siguiendo con esta singular partida por correspondencia, en Oslo le tocaba mover ficha a Powell. Las condiciones no eran idóneas (frío, llovizna, dos salidas falsas en su serie) pero ya en su primera carrera asombró al público con una marca de 9.96 -viento favorable de 1,6-, dejándose ir casi a mitad de recorrido.
Shawn Crawford, compañero de entrenamientos de Gatlin, ganó la segunda serie en 10.01. "El guepardo" prometía plantar cara a Powell en la final, dos horas después, ya que no iba a hacerlo el nigeriano Olusoji Fasuba, joven promesa de la velocidad (9.85 en Doha), que cayó en series con un registro de 10.19.
Dos horas después de las series las condiciones meteorológicas eran mucho peores. Hacía frío en la pista y el viento había cambiado de dirección y daba de cara a los corredores. Powell se vio comprometido por Crawford en la primera mitad, pero sacó la potencia de sus 88 kilos de masa corporal para reducirlo.
Isaac Songok, de 22 años, ofreció al atletismo keniano una insólita victoria sobre su "bestia negra", Kenenisa Bekele, en una carrera de 5.000 metros que sentenció en la última vuelta.
Los hermanos Bekele corrieron con el gasto tras la retirada de la liebre, el keniano Charles Bett. Kenenisa pasó el segundo kilómetro en 5:10.86 y Tariku tiró los dos siguientes (7:49.70 y 10:27.18).
Todo parecía bajo control para los Bekele, pero en el último instante surgió, poderoso, Songok para alcanzar la victoria más preciada de su carrera deportiva, y con marca mundial del año (12:55.79). Casi tres segundos después llegó Kekenisa, que en el primer mitin de la Golden League se despide del millón de dólares.
El panameño Irving Saladino, líder del escalafón del año en longitud con un salto de 8,56 metros, dominó desde su primer salto, en el que aterrizó a sólo tres centímetros de esa marca. Nadie había saltado tanto en 82 años de historia de los Bislett Games.
Ni siquiera Dwight Phillips, campeón olímpico y dos veces mundial, estuvo a la altura del panameño. El estadounidense sufrió la humillación de verse relegado al segundo puesto con 32 centímetros menos que el ganador.
A sus 23 años, Saladino, radicado en Sao Paulo gracias a una beca de la IAAF, se ha instalado en los ocho metros y medio y rara vez deja de hacer esa marca que para los demás parece inalcanzable esta temporada.
La sueca Carolina Kluft, reina de las pruebas combinadas, brilló en longitud pese al mal tiempo y a sus problemas con la técnica. La campeona olímpica, mundial y europea de heptatlon ganó el concurso con 6,67, mejorando en 17 centímetros su mejor marca del año.
El estadounidense Jeremy Wariner refrendó su rango de número uno en los 400 metros. La víspera se había mostrado resuelto a atacar el récord mundial de su compatriota Michael Johnson (43.18), pero la marca estuvo fuera de su alcance. Venció con 44.31, lejos, incluso, del récord de los Bislett (43.86, del propio Johnson).
La etíope Tirunesh Dibaba, la mejor fondista mundial con sólo 19 años, decidió conformarse con el triunfo en los 5.000, una vez que se retiró la liebre, la rusa Olga Komiagina, que había marcado ritmo de récord mundial (2:50.50 el primer mil, 5:45.27 el segundo). Dibaba atacó en la última vuelta, la recorrió en 58 segundos y sólo le siguió, de lejos, su hermana Ejegayehu. Su tiempo (14:30.40) estuvo lejos del récord de la turca Elvan Abeylegesse (14:24.68).
