LONDRES.- Las medidas de seguridad adoptadas este año en el torneo de Wimbledon, que comenzó hoy marcado por una intensa lluvia, se podrían equiparar a las utilizadas en los aeropuertos, al incluir controles de seguridad con escáner, tras los atentados terroristas de Londres del año pasado.
Los amantes del tenis que aspiren a comprar una entrada para pasar un día en el All England Club tendrán que aguantar colas interminables y someterse, además, a estrictos controles de seguridad, que pretenden evitar la introducción de armas u objetos no autorizados.
Cada día, el club londinense recibe entre 8.000 y 10.000 espectadores, aunque aquellos seguidores que hayan comprado su entrada por Internet no tendrán que ser sometidos a la prueba del escáner.
Tras los ataques a Londres el pasado 7 de julio de 2005, en los que murieron 56 personas, se ha revisado también el procedimiento para controlar el contenido de las bolsas que portan los aficionados, antes de dejarlos entrar en el club.
Las personas que hayan comprado el abono para seguir desde las canchas todo el torneo no podrán llevar con ellos más de una sola bolsa y tampoco se permitirá la entrada al recinto de maletas o pequeños frigoríficos.
Para lograr que los sistemas de seguridad sean más efectivos, los organizadores del torneo han aumentado el número del personal dedicado a velar por la seguridad en Wimbledon, que ha sido incrementado de 50 a 480 efectivos.
La policía señaló que había adoptado dichas medidas "a la luz de los recientes acontecimientos de Londres".