ZURICH, Suiza.- La FIFA escuchó hoy al italiano Marco Materazzi, seis días antes del careo que mantendrá con Zinedine Zidane en la sede de este organismo para que ambos den explicaciones sobre lo sucedido en la final del Mundial, en la que el francés fue expulsado por propinar un cabezazo a su rival.
La declaración de Materazzi ante la FIFA, que eludió ofrecer detalles de la misma y pronunciarse sobre posibles sanciones para los implicados, se produjo después de que Zidane explicara que el italiano insultó a su madre y a su hermana y de que la Federación Internacional abriese expediente al defensa de Italia.
Tras la comparecencia de Materazzi, su representante, Claudio Vigorelli, indicó que la FIFA sólo debería considerar la reacción de Zidane, ya que una sanción sobre su jugador podría crear un precedente peligroso, y puso el ejemplo de lo ocurrido con el italiano Francesco Totti, sancionado en la Eurocopa 2004 por escupir al danés Christian Poulsen.
"Totti fue sancionado con cuatro partidos que luego se redujeron a tres y no ocurrió nada con Poulsen y éste es un caso similar. Si quieren atacar a un jugador por lo que puede decir en el campo deben tener mucho cuidado en el futuro porque es bastante normal que se griten los unos a los otros, especialmente en partidos de tanta tensión como la final", declaró Vigorelli.
Materazzi, que fue invitado por la FIFA a mantener un careo con Zidane el próximo jueves 20 de julio, reconoció antes de comparecer hoy ante la Federación Internacional que insultó a Zidane en la final del domingo en Berlín, pero no a su madre, y calificó la reacción del francés como "fuera de todo orden".
El cabezazo de Zidane a Materazzi se produjo en el minuto 110 de la final de Alemania 2006, último partido de la carrera futbolística del francés, en el que el título mundial se decidió a favor de Italia por penaltis (5-3) al terminar el tiempo reglamentario con empate a 1. Precisamente Zidane marcó el gol de Francia de penalti.