MILAN.- Napoli, y otros dos clubes de Serie A, estarían bajo la mira de la justicia ordinaria, supuestamente también implicados en el escándalo de corrupción que sacude al calcio, afirmó hoy el diario Il Giornale.
La Fiscalía General del Tribunal de Nápoles estaría en posesión de más de 300 páginas de nuevas escuchas telefónicas que comprometerían gravemente a Napoli y a esos dos clubes no identificados, agregó el diario.
Esa documentación, referida a diálogos telefónicos reservados, está referida a la Liga Italiana 2004-05 y en los próximos días, según se afirma, será entregada al fiscal instructor de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Francesco Borrelli.
Tras la causa que afectó a Juventus, Milan, Fiorentina y Lazio, Borrelli investiga ahora a otros seis clubes por sus supuestos estrechos vínculos con el ex dirigente de Juventus Luciano Moggi y la trama de corrupción del calcio.
Esos clubes son Siena, Messina, Reggina, Lecce y Empoli, todos participantes del campeonato de Serie A, al que se agregó Arezzo, de la Serie B, en una lista que no incluye al Napoli, que ascendió de la C a B.
La recopilación de las nuevas escuchas fue efectuada por los fiscales napolitanos que conducen el aspecto penal más delicado del escándalo, con 40 indagados, una causa al margen de la que lleva adelante la FIGC.
Los fiscales napolitanos acusan a Moggi y a doce personas más del delito de "asociación para delinquir", mientras otras 24 personas están acusados por "estafa deportiva" y las cuatro restantes por delitos de diferente naturaleza.
Justamente filtraciones de primeras escuchas telefónicas que estaban en poder de la Fiscalía de Nápoles abrieron paso al escándalo más grande de corrupción en la historia del fútbol de Italia, un tema que lleva dos meses con gruesas denuncias.
Las nuevas revelaciones podrían afectar aún más el inicio del campeonato de fútbol de Italia, pues se teme que Juventus, Fiorentina y Lazio (condenados a la Serie B) y Milan (seguirá en la A, pero sufrió una fuerte quita de puntos) apelen a la justicia ordinaria si la última instancia del tribunal deportivo confirma el martes próximo estas sanciones.
También la Unión Europea de Fútbol (UEFA) exigió una rápida definición del caso para así decidir qué equipos italianos jugarán esta temporada en las copas del Viejo Continente.
"Si llegamos a tiempo mejor, pero, y esto no vale sólo para la UEFA, sino también para la FIGC, lo primero que nos interesa es llegar a la verdad", aclaró hoy Piero Sandulli, titular de la Corte Federal que comenzará a tratar el sábado las apelaciones de los clubes y también de dirigentes y árbitros condenados.
A la justicia deportiva, a diferencia de la ordinaria, le basta sólo el intento de arreglo de un partido para emitir sanciones, una situación diversa respecto de la justicia ordinaria, donde los clubes, de apelar, podrían tener éxito, pues numerosos especialistas coinciden en afirmar que no existen pruebas suficientes que comprueben los ilícitos.
Pero Sandulli afirmó hoy que, según una modificación de 2003, el Tribunal Administrativo Regional (TAR) deberá rechazar por "inadmisible" una eventual apelación de los clubes ante la justicia ordinaria.
Los clubes y los dirigentes y árbitros condenados apelaron pidiendo absolución, pero también el fiscal de la FIGC Stefano Palazzi apeló las sentencias deportivas y exigió que Milan también sea descendido a la Serie B y que Juventus caiga a la C, tal como había solicitado en su acusación original.
La Comisión Federal de Apelaciones de la FIGC achicó esas sentencias y envió a Juventus a la B (aunque con una quita de 30 puntos) y permitió a Milan permanecer en la A (con quita de 15 puntos).