ZURICH.- El ex capitán de la selección francesa Zinedine Zidane pasó el jueves unos 90 minutos en la sede de la FIFA en Suiza para enfrentarse a una investigación disciplinaria por el cabezazo que le costó la expulsión en la final del Mundial de Alemania.
El jugador de 34 años, que ganó el premio a Mejor Jugador que otorga la FIFA en tres ocasiones, no se detuvo ante los cerca de 50 reporteros que lo esperaban a las puertas de la sede. Un puñado de seguidores, que vestían camisetas de Francia, gritaron mensajes de ánimo al futbolista.
El cabezazo de Zidane en el pecho del defensor italiano Marco Materazzi se produjo durante la prórroga de la final del Mundial en Berlín el 9 de julio, que Italia ganó en definición por tiros desde el punto del penal.
Los cinco miembros de la comisión disciplinaria de la FIFA también consideran posibles sanciones contra Materazzi, que admitió haber insultado al francés, y contra Zidane, a pesar de que se ha retirado del fútbol profesional.