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MADRID.- Cerca de 1.000 aficionados del Real Madrid acudieron hoy al estadio Santiago Bernabéu para dar la bienvenida a Fabio Cannavaro, primer fichaje de la era Ramón Calderón, y que se tomará unos días más de vacaciones antes de acudir a Austria, donde sus compañeros realizan la pretemporada junto a Fabio Capello.
Cannavaro cumplirá 33 años el 13 de septiembre y firmó por tres años después de abandonar la Juventus de Turín.
"Su trayectoria es un ejemplo para todos nuestros jóvenes jugadores. Hace 16 años era
recogepelotas en el Mundial de Italia y hoy es campeón del mundo con su selección. Nos llena de orgullo contar con un jugador tan ejemplar", dijo el presidente Calderón.
Al nuevo mandatario del Real Madrid se le notó muy nervioso en su primer acto oficial en el palco del estadio Santiago Bernabéu. Más tranquilo pareció el propio Cannavaro, conocido como "Il Bello", con el pelo rapado, vestido con un traje oscuro impecable y siempre con una sonrisa que ofrecer.
Calderón prosiguió su discurso alabando las condiciones del nuevo central, una petición expresa de Fabio Capello, el entrenador. "Este fichaje tiene un carácter simbólico. Se trata de un número 1, un jugador con capacidad de liderazgo, en primera línea para el equipo campeón que quieren todos los aficionados", añadió.
El mandatario blanco puso a Cannavaro como "ejemplo para los más jóvenes por su actitud, su personalidad y su profesionalidad". Calderón terminó su alocución con un mensaje en italiano, algo trabado, en el que dio la bienvenida a Cannavaro y a toda su familia, deseando su felicidad en su nueva etapa.
Después, Alfredo Di Stéfano, el presidente de honor del Real Madrid, le dio su nueva camiseta, con el número 5 a la espalda. Al italiano le cabe el honor de heredar la casaca de Zinedine Zidane, recién retirado después de cinco temporadas en el equipo blanco.
Capello ya tiene al que consideró "un jugador importante en la parcela defensiva", desde donde el técnico italiano quiere que se forje la fortaleza del equipo.
Cannavaro pidió excusas por hablar en italiano, aunque también prometió aprender español en breve. "Es un honor estar aquí, en uno de los grandes de Europa y del mundo. Desde que llegué aquí sólo he visto muestras de entusiasmo por todas partes y espero responder a tanto cariño", comenzó.
El italiano tuvo que pararse un par de veces después de escuchar los gritos y aplausos de la grada ocupada por unos 3.000 aficionados, que siguieron la intervención de Cannavaro a través de las pantallas del estadio Santiago Bernabeú.
El central concluyó su breve intervención con una afirmación rotunda: "Prometo que lo daré todo por honrar esta camiseta. Nuestra meta debe ser conseguir todos los títulos para este club y ese es mi reto".
Finalmente, Cannavaro se quitó el traje y la corbata para ponerse la nueva camiseta. Posó para los fotógrafos y, consciente de que tiene una imagen que vender, se fue hacia la grada para regalar dos balones y unas últimas sonrisas. Los hinchas, con banderas italianas, lo agradecieron con gritos. "¡Guapo, guapo!", se escuchó. Parece que a David Beckham le ha salido un nuevo competidor.
