Fernández estuvo genial. Foto: José Molina |
SANTIAGO.- Con una dosis de sufrimiento que sólo quebró en los minutos finales, Colo Colo conquistó esta noche su primera victoria en el torneo Clausura y de paso quitó el invicto al sorprendente O´Higgins de Rancagua en el partido pendiente desde la primera fecha.
El club popular se impuso por 4-1, marcador que expresa equívocamente una superioridad que no fue tal en los pastos del estadio Monumental, y que dejó a los trescientos hinchas rancaguinos con la amarga sensación de saber que pudieron haber hecho un poco más.
La variante que introdujo Claudio Borghi en el partido de hoy le dio la razón al DT colocolino, ya que el joven Arturo Vidal suplió con una excelente labor al colombiano Andrés González.
Esforzado, el defensa albo abrió el camino del triunfo popular al avanzar varios metros y ceder para que Humberto Suazo rematara trabado un balón que sobró al portero Héctor Barra y que se introdujo en el arco de la visita. A los 15 minutos Colo Colo conocía por primeras vez lo que es estar en ventaja en el Clausura.
Pero la alegría de los poco más de cinco mil hinchas presentes en el Monumental duró muy poco porque a los 18’ Marco Olea aprovechó un nuevo error del portero Alex Varas para empujar el balón en la línea de meta tras un corner que nadie supo despejar. Era el uno a uno y las dudas volvían al Monumental. Y empezaba el sufrimiento.
El resto del partido mostró a cuadros muy parejos buscando el desequilibrio, el que sólo llegó gracias a una genialidad de Matías Fernández a los 7 minutos del complemento.
El volante de los albos recibió el balón en terreno propio e inicio una carrera con cambios de juego que dejó a cinco rivales en el camino y, ante la salida de Barra, la tocó suave decretando el 2-1, en un gol que seguramente quedará en la historia.
Sin embargo, el gol no facilitó las cosas para el local. O'Higgins nunca se vio superado y comenzó a tener mayor claridad e incluso tuvo un par de oportunidades claras que ni Olea ni el venezolano Giancarlo Maldonado (que reemplazó al lesionados Cristián Canío) supieron concretar.
El nerviosismo se apoderaba del los hinchas albos ante la falta de contundencia de Colo Colo para sellar el encuentro, hasta que vino una nueva gran jugada de Fernández que, tras recibir de Suazo, arrastró la marca y se la devolvió al calvo delantero para que éste eludiera al arquero en el área chica y anotara con tranquilidad el 3-1 (43’).
Fue la lápida que sepultó al luchador O’Higgins, que veía esfumarse su invicto y con ello su opción de quedar como único puntero del campeonato.
Pero vendría una estocada final. Otra vez Fernández que recupera un balón en medioterreno albo y cede para el argentino Miguel Caneo, quien debutó en el club popular. El transandino habilitó con precisión a Suazo, quien dejó a Gonzalo Fierro en posición inmejorable para marcar la cuarta cifra.
El triunfo devuelve la confianza al campeón chileno y lo saca de los últimos lugares de la tabla al sumar cuatro unidades. En tanto, O’Higgins se retira con las manos vacías pero con al sensación de que tuvo el fútbol necesario para complicar al local.