BUENOS AIRES.- El presidente de River Plate, José María Aguilar, minimizó las amenazas de muerte que recibió telefónicamente por parte de presuntos hinchas violentos del club del fútbol argentino e incluso dijo estar acostumbrado a convivir con este tipo de situaciones.
"Las amenazas son siempre las mismas y se convierten en una compañía habitual. Las llamadas telefónicas son un clásico y también las he recibido por mail", dijo Aguilar a periodistas en la puerta de su domicilio.
El domingo, después que Racing Club venció por 3-1 a River y quebró una racha de 13 años sin vencer como local al cuadro "millonario", un centenar de barristas ingresaron al estacionamiento del club, donde destrozaron los neumáticos de los autos de varios jugadores, dirigentes y cuerpo técnico.
Consultado sobre si conocía a los agresores, Aguilar dijo con tono irónico dijo que "los barras no son paracaidistas polacos", dando a entender que el mundo del fútbol sabe quienes son los hinchas violentos.
Aguilar remarcó que nadie puede garantizar la seguridad y que mandó al equipo a entrenar al complejo que River posee en Ezeiza, 42 kilómetros al oeste de la capital, "para que haya más orden".
"Uno puede tener la seguridad del Pentágono e igualmente algo puede suceder", dijo Aguilar. "Hacía muchos años que no ocurría un hecho de esta naturaleza", agregó.
Aguilar destacó que hizo la denuncia ante la policía por las amenazas. "Tengo hecha una denuncia en la justicia y ahora haré otra por estos hechos (las amenazas). Las meras declaraciones a la prensa rozan la imprudencia y hay que actuar a derecho", dijo Aguilar.
El presidente de River descartó la posibilidad de contar con una guardia policial especial. "Hace 43 años que vivo acá en este lugar. Nunca tuve custodia ni la voy a tener", finalizó.