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BUENOS AIRES.- Los jugadores y el entrenador de River Plate, Daniel Passarella, no presentaron denuncias ante la policía y la justicia sobre las amenazas recibidas por hinchas violentos y por los daños causados por estos en sus vehículos el domingo pasado en el estadio Monumental.
El temor a posibles represalias paralizó al plantel, lo cual complica las investigaciones de los hechos que han conmovido a la opinión pública argentina.
"Llegará el momento en que dará miedo salir a la cancha", afirmó el portero Juan Pablo Carrizo, en declaraciones coincidentes con las del defensa Cristian Nasuti, según el cual las circunstancias podrían obligar a los futbolistas a entrenarse "con chalecos antibalas".
Tras la derrota del equipo ante Racing por 3-1 en Avellaneda, un grupo de hinchas entró por la fuerza en el estacionamiento de vehículos de los futbolistas y dirigentes en el estadio Monumental, donde los habían dejado para trasladarse en autobús al escenario del encuentro, y produjo daños en varios de ellos y el pinchazo de neumáticos.
Este incidente se sumó al ocurrido días antes en las instalaciones del club, donde un grupo de personas forzó las puertas de un vehículo para robar unos 10.000 dólares a un piloto de automovilismo que jugaba un encuentro de fútbol en uno de los campos auxiliares de la entidad.
El presidente del club, José María Aguilar, recibió amenazas anónimas de muerte mediante cartas, llamadas a su teléfono móvil y mensajes de correo electrónico.
Funcionarios de la Policía Federal registraron el martes las instalaciones del club para verificar rastros del atentado por instrucción del ministro del Interior del gobierno, Aníbal Fernández.
El fiscal Marcelo Martínez Burgos indicó que la justicia necesita que "alguien formalice la denuncia. Alguien tendría que hacerlo, porque si no hay denuncias no tendría mucho sentido la investigación por unos neumáticos rotos".
Esta situación ha reinstalado en la sociedad la sensación de impunidad que existe en los hechos de violencia relacionados con el fútbol argentino.
El ex presidente del River Plate Alfredo Davicce reclamó a los actuales dirigentes la identificación de los hinchas violentos que atormentan al club, los cuales, dijo, no son desconocidos.
Según Davicce, varios de ellos han cumplido tareas de "seguridad" en los conciertos de los grupos The Rolling Stones y U2 en el estadio Monumental y con el dinero recaudado viajaron a Alemania para asistir al Mundial 2006.
En ese torneo la organización impidió a los miembros del grupo asistir al partido de los octavos de final de Argentina frente a México, en Leipzig, debido a que en los encuentros de la primera fase ocuparon sitios que no les correspondían en los estadios pese a las advertencias de los agentes de seguridad.
El pasado 18 de julio, en Paraguay, provocaron la suspensión del partido de la Libertadores disputado en Asunción entre Libertad y River Plate al chocar con la policía local en las tribunas.
Tras la derrota del domingo ante Racing, el equipo que dirige Passarella quedó a cinco puntos de distancia de los líderes de la clasificación del torneo Apertura 2006, Boca Juniors y Estudiantes, disputadas las tres primeras jornadas.