MILÁN.- La Juventus y la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) están negociando un acuerdo antes de que los tribunales civiles se ocupen de la demanda del club por su descenso forzoso a la Serie B, según publica la prensa italiana.
"Nuestros abogados están hablando con la FIGC", reconoció el presidente "bianconero", Giovanni Cobolli, en La Gazzetta dello Sport. "Por el momento, en cualquier caso, no hay novedad", agregó.
El Tribunal de lo contencioso administrativo de Roma se reunirá el viernes para estudiar la demanda de la Juventus. Si la admite a trámite, el fútbol italiano podría entrar en el caos total, porque previsiblemente el torneo de primera y segunda división no podría comenzar en la fecha prevista, el 9 de septiembre.
Tanto la FIGC como la FIFA prohíben acudir a los tribunales ordinarios, pero la Juventus sostiene que la ley italiana les permite llevar el caso ante la justicia administrativa, porque, entre otras cosas, reclama una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por una sentencia que consideran desproporcionada.
Los tribunales de la FIGC condenaron a la Juventus a descender a la Serie B y a comenzar el campeonato con 17 puntos menos, pero mantuvo en la Serie A a Milan, Fiorentina y Lazio, también implicados como los turineses en el escándalo de corrupción que azotó recientemente al "calcio".
El objetivo de la Juventus es evitar el descenso de categoría aceptando una dura sanción en puntos. "Somos conscientes de que merecemos ser sancionados. La cuestión está en la desproporción y la injusticia comparado con los otros clubes. Puede pasar cualquier cosa entre hoy y el viernes, pero no sé qué será", dijo Cobolli.
Cuando la Juventus anunció su intención de recurrir a la vía judicial, la FIFA advirtió de inmediato a la FIGC de que sus clubes y sobre todo su selección, flamante campeona del mundo, podrían ser apartados de las competiciones. La Juventus desestimó las amenazas y siguió adelante con la demanda.
En Italia se rumorea incluso que el gobierno italiano podría tomar cartas en el asunto, aunque la FIGC y la Lega Calcio, que engloba a los clubes profesionales, pretenden resolver el problema por sí mismas.
No obstante, los políticos no esconden sus opiniones sobre el principal asunto de debate en todo el país. El ministro de Justicia, Clemente Mastella, describió la sentencia como "exagerada". Mastella ya propuso durante el Mundial una amnistía, si Italia salía campeona, como finalmente ocurrió.
Paolo Ferrero, ministro de solidaridad social, por el contrario, aseguró notar "cierta arrogancia" en la actitud de la Juventus, y se mostró disconforme con la idea de que la sanción castigue más a los hinchas que al club.