(Foto: Alejandro Carballal, El Mercurio) |
SANTIAGO.- Los últimos acontecimientos al interior de Colo Colo están a punto de agotar la paciencia del técnico argentino Claudio Borghi, quien en una conferencia de prensa afirmó que incluso estudia renunciar al club luego del partido del martes frente a Coronel Bolognesi, por la Copa Sudamericana.
Borghi dijo sentirse cansado por "demasiados problemas internos" que aquejan al cuadro albo, y que se plasmaron este fin de semana en dos situaciones puntuales que, a su parecer, correspondían resolver a los dirigentes.
El primer caso fue el del juvenil Bastián Arce, a quien el entrenador citó para el partido frente a Santiago Wanderers, pero a última hora finalmente no pudo contar con él debido a que no estaban pagados sus derechos federativos.
En ese mismo partido, otro joven jugador del primer equipo, Juan Pablo Arenas, resultó con una lesión ocular por la que se mantuvo en Viña del Mar para ser atendido, sin la presencia de ningún dirigente de Colo Colo para asistirlo.
"No descarto renunciar esta semana", afirmó Borghi en la conferencia, agregando que "estoy preocupado no sólo por ganar o perder, que es lo que me corresponde" en su cargo de entrenador.
"Son todos problemas internos, administrativos, deportivos y generales", agregó Borghi a la agencia
Reuters, enfatizando que "a mi vuelta de Perú el miércoles lo decidiré".
Además de los problemas internos que condicionan su permanencia en el club, Borghi tendrá que encarar el partido de mañana en Tacna, por la Copa Sudamericana, con un plantel disminuido por las lesiones.
A las molestias que aquejan a Alex Varas, Andrés González y Mario Cáceres, se sumó la constusión que Matías Fernández presenta en uno de sus tobillos, y que no permite asegurar su presencia en el encuentro frente a los peruanos.