BERLÍN.- La FIFA considera a Robben Island, en Sudáfrica, como un posible escenario para una reconciliación entre Zinedine Zidane y Marco Materazzi, el defensor a quien el ex capitán de la selección francesa de fútbol le aplicó un cabezazo en la final del Mundial.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo que estaban en marcha planes para reunir a ambos jugadores y una de las alternativas era utilizar el sitio de la notoria prisión donde el ex presidente sudafricano Nelson Mandela estuvo detenido.
"Estamos trabajando para reunir a Materazzi y Zidane", dijo Blatter a periodistas, antes de un simposio de técnicos de selecciones nacionales en Berlín.
"Existen diferentes posibilidades y una de ellas es Robben Island, en Sudáfrica, donde Nelson Mandela permaneció detenido durante 27 años", manifestó el directivo.
El momento en el que Zidane le aplicó un cabezazo en el pecho al defensor de Italia Materazzi en la final de julio se transformó en una imagen distintiva del Mundial 2006.
Materazzi dijo luego que un comentario que realizó sobre la hermana de Zidane desencadenó el ataque, que le costó una tarjeta roja al mediocampista de Francia.
Tras la expulsión de Zidane, el conjunto italiano se impuso por 5-3 en definición con remates desde el punto del penal y se ganó el título en Berlín.
La entidad rectora del fútbol mundial, la FIFA, multó a Zidane con 7.500 francos suizos, unos 6.044 dólares, y a Materazzi con 5.000 francos suizos.
Zidane dijo que, como se había retirado del fútbol luego del Mundial, iba a cumplir una suspensión adicional de tres partidos realizando trabajos comunitarios.
Blatter respaldó un encuentro entre ambos jugadores y Tokyo Sexwale, un ex recluso de Robben Island y ahora miembro del Comité Organizador del Mundial 2010 en Sudáfrica, sugirió que la reunión podría efectuarse en el sitio de la prisión, ubicada en una isla cercana a Ciudad del Cabo.
El periódico Sunday Times de Sudáfrica informó que Sexwale estaba cerca de llegar a un acuerdo con Blatter para que Robben Island sea el lugar donde Zidane realice sus trabajos comunitarios.
"Esto marcará un final de la historia entre Materazzi y Zidane", sostuvo Blatter. "Es una pena que el Mundial haya terminado con una tarjeta y también en definición con remates desde el punto del penal, pero no tenemos otra solución", completó.
