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ROMA.- Faltaba un minuto para el final del partido y David Pizarro llevaba menos de media hora en el campo de juego, cuando se despachó un impecable remate de 32 metros que cerró una jornada brillante de la Roma, en su estreno por la Liga de Campeones.
De esa factura fue la conquista que anotó el volante nacional en el triunfo por 4-0 ante el Shakthar Donetsk de Ucrania, una actuación sólida que incentiva las ilusiones de los hinchas romanistas en la competencia internacional.
Pizarro, quien ingresó a los 62 minutos por Alberto Aquilani, fue clave para el cambio en el funcionamiento del equipo capitalino, que hasta ese minuto no había podido lograr batir a su terco rival en el estadio Olímpico de Roma.
Cinco minutos más tarde, la Roma se ponía en ventaja con un tanto del brasileño Rodrigo Taddei (67'), el tanto que abrió la senda de la victoria continuada con las anotaciones de Francesco Totti (76') y Daniele de Rossi (79'), este último de cabeza tras centro de Pizarro.
Luego llegó la celebración de volante chileno -que ayer celebró sus 27 años- y el pitazo final, que dejó al conjunto italiano en la cima del Grupo D de la Champions, igualando en puntaje al Valencia de España, que con una tripleta de Fernando Morientes terminó venciendo por 4-2 al Olympiakos en Grecia.
Casi dos años después de su última aparición en la Liga de Campeones, entonces ante el Real Madrid y a puerta cerrada por la suspensión impuesta por lanzamiento de una moneda contra el árbitro Frisk -ante el también ucraniano Dinamo de Kiev-, la Roma rompió una racha negativa en las tres anteriores ocasiones en que tuvo que abrir el torneo en su propio terreno.
Pizarro cambia la rabia por alegría
La gran actuación de Pizarro en esta jornada le permitió dejar atrás la polémica generada en el duelo del sábado pasado por la liga italiana ante Livorno, donde tras ser reemplazado a los 59', se fue visiblemente molesto a los vestuarios sin pasar por el banco, un deber según las normas de los romanistas.
Este hecho le costó una dura reprimenda del técnico Luciano Spalletti, la que el volante nacional aceptó. "Reconozco que fallé (sábado), soy una persona que admite los errores y sé que debo pagarlo. Lo importante es que esta rabia se ha transformado en positivo", dijo Pizarro.
"Estoy contento porque el sábado tuve una noche negra y deseaba tener una prestación como la de hoy, también por lo vivido en el pasado. Además, también estoy contento por el apoyo del técnico de mis compañeros", agregó feliz el mediocampista.
El próximo compromiso de la Roma por la Liga de Campeones será el 27 de septiembre, cuando visiten el campo del Valencia por la segunda jornada.