JOHANNESBURGO.- Buena parte de los dirigentes de fútbol y los hinchas en Sudáfrica se sienten irritados y molestos por los comentarios pesimistas en torno al Mundial 2010 que se celebrará en el país africano.
El alemán Franz Beckenbauer, presidente del comité organizador del Mundial 2006 en su país, se refirió la semana pasada a los "problemas africanos" como un obstáculo para que el Mundial se pueda desarrollar con éxito, y esas declaraciones fueron tomadas como una ofensa.
Las palabras de Beckenbauer se hicieron públicas al mismo tiempo que se informaba que Alemania enviaría dirigentes a Sudáfrica, con el fin de evitar un desastre que podría llevar al país a perder la oportunidad de organizar la cita.
Además, en las últimas semanas se especuló alrededor del mundo acerca de cuestiones logísticas, entre ellas los plazos de construcción o remodelación de estadios en Sudáfrica.
Dirigentes del fútbol sudafricano y organizadores del Mundial dijeron en una entrevista con la radio alemana ARD en Johanesburgo que pedirían una explicación a Beckenbauer por carta.
Los organizadores del Mundial de Sudáfrica señalaron que pretenden saber exactamente a qué se refería Beckenbauer cuando dijo que la próxima sede tenía "un gran problema", que no se trataba de un problema sudafricano, sino de un "problema africano".
Beckenbauer también fue citado diciendo que los africanos "no trabajan en forma conjunta, sino el uno contra el otro".
Previamente, el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, había dicho que solamente había recibido promesas y no resultados por parte de Sudáfrica.
"Probablemente tenga razón. Es necesario que nos recuerden que tenemos plazos. Pero no tengo dudas de que vamos a cumplirlos como estaba estipulado inicialmente", dijo Dennis Mumble, manager general del estadio FNB.
Mumble explicó que las reformas en el estadio FNB de Johanesburgo, donde se llevará a cabo la ceremonia inaugural del Mundial, empezarán el mes que viene, y que el plazo es 2008.
Ese estadio es ya hoy en día el más grande del continente, con capacidad para 80.000 personas, y será agrandado a 96.700. Por otro lado, está cerca de completarse la construcción de oficinas adyacentes al estadio donde funcionará la Federación Sudafricana de Fútbol (SAFA).
En enero Blatter asistió a una ceremonia que marcó el comienzo de la construcción y expansión de ambas obras, y los organizadores planean invitarlo nuevamente a la inauguración de las oficinas en noviembre.
"Creo que nos pusimos a prueba a nosotros mismos con la construcción del edificio para la SAFA, pero todavía estamos recorriendo el camino", dijo Mumble.
Según Mumble, Sudáfrica está encantada de recibir la ayuda de los expertos del Mundial de Alemania que fueron designados por la FIFA. De todas formas, la visita de Horst Schmidt, secretario general de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), que llegará al país el mes que viene, no tiene como fin rescatar a la organización del fracaso, dijo Mumble.
"Nosotros mismos invitamos a que nos ayuden desde Alemania. Nadie viene a intervenirnos ni a rescatarnos", subrayó. Mumble destacó que hace dos semanas se llegó al acuerdo para recibir ayuda de la DFB y, que esa es la forma en la que opera cada organizador de un Mundial, al pedir asistencia a su antecesor.