El alemán Michael Schumacher disputará en Brasil el último Gran Premio de su carrera.
Reuters
BERLÍN.- Pese a que su lema siempre fue "no bajar jamás los brazos", el alemán Michael Schumacher insistió hoy en su estrategia psicológica para el Gran Premio de Brasil: dar por perdido el título de pilotos y concentrarse exclusivamente en luchar por el de constructores con Ferrari.
En el habitual comunicado de los lunes en su página web, Schumacher no menciona ni una vez sus opciones al título de pilotos, que pasan por ganar en Brasil y que el español de Renault Fernando Alonso no puntúe.
"Los chicos se merecen el título", afirmó el alemán en referencia a su equipo. "Se merece mucho respeto el que es capaz de salir de un hoyo así y remontar hasta la cabeza, el que muestra tanto compromiso y pasión en su trabajo. Tienen mi respeto, son los mejores, y el título de constructores sería en mi opinión totalmente merecido", agregó.
Siempre pensando en el Mundial de marcas, Schumacher asegura que saldrá en Interlagos "al ataque total". "Necesitamos un doblete, qué si no. Sería la única opción que tenemos de conquistar este título, es lo único que podemos hacer. Lo demás no está ya en nuestras manos", subrayó.
Ferrari tiene nueve puntos de desventaja sobre Renault en la clasificación de constructores. Un doblete de los dos bólidos rojos en Brasil les reportaría 16 puntos, por lo que a Alonso y al italiano Giancarlo Fisichella les bastaría sumar ocho puntos entre los dos para renovar la corona de marcas.
Pero por encima de todo ello, el Gran Premio del domingo tendrá un significado muy especial para Schumacher: será el último de su carrera deportiva.
"Lo primero es pasarlo bien", afirma el heptacampeón mundial. "Espero que sea una bonita carrera y poder irme con la sensación de una nueva victoria", agregó.
La actitud de Schumacher en las últimas semanas confirmó que está plenamente concentrado en ganar la carrera de Brasil. Tras regresar de Japón se marchó directamente a participar en los ensayos de su equipo en el circuito de Jerez de la Frontera, donde en dos jornadas rodó 222 vueltas y casi 1.000 kilómetros probando neumáticos, motores y nuevas especificaciones aerodinámicas para Interlagos.
El astro alemán sólo se tomó el fin de semana de descanso con su familia, y mañana viajará a Brasil.
