El jefe máximo de la F-1, Bernie Ecclestone, está seguro que Schumacher se despedirá sin polémicas.
AFP
LONDRES/SAO PAULO.- El patrón de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, afirmó que Michael Schumacher "será más correctísimo que nunca" y descartó eventuales trucos sucios en el Gran Premio de Brasil que definirá el título el domingo.
"Schumacher ha madurado y hoy es una persona que acepta serenamente los acontecimientos", dijo Ecclestone, quien además se manifestó seguro de que no habrá piloto en la historia de la F-1 que logre igualar el récord del alemán de siete títulos.
"No habrá otro corredor fuerte, convencido y empeñado como él. Ganaba un Gran Premio y 48 horas más tarde estaba de nuevo en pista, en cualquier lugar de Europa, para hacer tests con su máquina", siguió Ecclestone al diario inglés The Times.
Schumacher, célebre por sus maniobras polémicas en momentos tensos, deberá ganar el domingo para retirarse con un octavo título, pero aguardar también que Fernando Alonso no sume siquiera un punto, lo que alentó especulaciones sobre eventuales incidentes.
"Yo no soy sucio. No haría el papel de dejar a Alonso fuera de la carrera. No es mi estilo. Pero si lo tengo delante claro que intentaría pasarlo de cualquier modo", expresó el brasileño Felipe Massa, compañero de Schumacher en Ferrari.
Massa admitió que dejaría pasar a Schumacher sólo si Alonso está entre los ocho primeros, pero que si el español puntúa, entonces sí mantedrá su posición y crecerán sus chances de ganar el domingo en Interlagos y ayudar a Ferrari a que gane al menos el Mundial de Constructores, aunque está nueve puntos por debajo de Renault.
La prensa española recordó esta semana los incidentes que rodearon la carrera de Schumacher, como su polémico choque con el británico Damon Hill que le dio en 1994 su primer título mundial y otro con el canadiense Jacques Villeneuve en 1997 por el que recibió la mayor sanción de la historia.
Pero también se recuerdan un "empujón" al escocés David Coulthard en Argentina 1998 para arrebatarle el liderato, un peligroso bloqueo al finlandés Mika Hakkinen en Bélgica 2000 a 320 kilómetros por hora y una operación de cierre paulatino al propio Alonso en Gran Bretaña 2003, que tuvo al español circulando unos metros con dos ruedas por la hierba a más de 300 kilómetros por hora.
Ferrari está obligada a puntuar con sus dos máquinas para ganar el Mundial de Constructores, por lo que la prensa española sugiere que la escudería italiana podría recibir ayudas de una tercera escudería y cita una confesión del piloto argentino Norberto Fontana, ex Sauber, de que en 1997 recibió instrucciones de Ferrari para que bloqueara a Villeneuve.
Así como Sauber corría entonces con motores de Ferrari, ahora es la escudería Red Bull la que compite con propulsores de la escudería italiana, que en 2007 serán utilizados a su vez por el modesto equipo Skyper.
El alemán Nick Heidfeld (BMW-Sauber) afirmó que él no ayudará a Schumacher "ni aunque Michael me diese diez millones de euros, prometiese ser mi chofer y dijese a todo el mundo que soy el mejor".
Hasta el hermano de Michael Schumacher, Ralf (Toyota), se vio obligado a aclarar que no está dispuesto a ayudar al campeón de Ferrari, cuyo piloto de pruebas, Marc Gené, aseguró también que el alemán tendrá un comportamiento correcto en Brasil.
El jefe de Renault, el italiano Flavio Briatore, también descartó públicamente una "conspiración" y afirmó que "Michael quiere dejar la Fórmula 1 de la manera adecuada. Lo conozco muy bien y no creo que haya ningún problema".
Bob Bell, a cargo de los motores de Renault, también descartó incidentes, pero sí advirtió que Schumacher, fiel a su temperamento, buscará en Brasil no sólo el Mundial de Constructores para Ferrari, sino también su octavo título de Pilotos. "No nos equivoquemos, Michael irá al máximo en Brasil, como hace siempre. Una de sus grandes características es que nunca se da por vencido y precisamente por ello ha estado probando en Jerez después del GP de Japón. Además, en Interlagos tendrá un motivo más para darlo todo. Será el último Gran Premio de su carrera y estoy seguro de que está decidido a finalizarlo de la mejor forma posible", afirmó.
Alonso, a quien le bastará llegar entre los ocho primeros para retener la corona mundial, corrió los últimos meses bajo fuerte tensión, denunciando inclusive un supuesto boicot de su propio equipo Renault, al que sorprendió cuando a fines de 2005 anunció su sorpresivo pase para 2007 a McLaren.
La inesperada rotura de motor de Schumacher en Suzuka, que cortó la notable escalada del alemán, alivió esas tensiones, aunque Alonso confía ahora en que no sufra él un percance similar en Brasil, aún cuando la victoria sea de Schumacher. Si ello ocurre, el alemán, que mañana dará su primera conferencia de prensa en Interlagos, se retirará con 92 triunfos y 155 podios en 250 carreras, una estadística notable, aunque el título, otra vez, quedaría en manos del español.
"Ferrari siempre tuvo un buen número de simpatizantes en Brasil y yo me siento muy feliz de que mi última corrida sea en Brasil y en la pista de Interlagos", dijo Schumacher en su sitio personal. Interlagos, con 65.000 personas en sus tribunas, será sede del 35° GP de Brasil el domingo.
