Borghi firma autógrafos en el Monumental. Eso también es parte de su estrés.
Mario MuñozSANTIAGO.- La charla con Claudio Borghi toma una hora y media, aproximadamente. En ese lapso, el DT fuma un solo cigarrillo. "Qué te parece. Antes llevaría cuatro o cinco", dice, recalcando los cuidados que está tomando en pos de mejorar su salud. "El episodio del avión fue jodido, para mí y para todo mi familia. No fue pánico al avión, fue una semana muy estresante por un problema de salud de mi hijo, un estudio que salió malo con varios agravantes, por ejemplo, que mi viejo murió del corazón a los 42 años, yo cumplí hace poco 42 años...".
El entrenador de Colo Colo tiene una característica que para algunos es una virtud y para otros, un defecto. "Pienso mucho. Todo lo pienso. Por ejemplo, si se me cruza un carro, pienso por qué se cruzó, y si hubiera venido más rápido, qué pasa si me muero, qué hace mi familia... eso es lo que me cansa".
-Así las cosas, ¿está para otro año en Colo Colo?
"Hoy no lo sé. La verdad es que estoy cansado, quiero parar. También es cierto que dirigir es la pasión de mi vida y sé que después uno puede arrepentirse. Pero mi familia también es importante en esto. Este es un cargo estresante... lo estoy evaluando para tomar la mejor decisión, no me quiero apurar".
-¿Qué es lo que más le cansa?
"No es la presión, a esta altura uno entiende que en todas partes hay mayor o menor presión. Cuando trabajé en la Universidad había presión, cada vez que ganabas algo te decían que había que ganar algo más. Un club como Colo Colo es agotador, porque todos quieren tener algo de ti. Todos los periodistas quieren una nota individual, todos los hinchas quieren una foto o un autógrafo, es entendible, y a mí no me gusta decir que no".
-¿No se soluciona con unas vacaciones?
"Yo creo que no, además que cuándo me las tomaría... El torneo termina el 17, la pretemporada debería ser los primeros días de enero. Son 15 días y cuándo armás el plantel, cuándo planificás...".
-¿Los entredichos que ha tenido con Blanco y Negro sirvieron de algo?
"Lo que pasa es que uno trata de explicarles que el fútbol no funciona como ellos creen, la experiencia que ellos no tienen y que uno sí ha vivido tiene que respetarse. Así como ellos son muy buenos con los números. El tema es que Colo Colo ha bajado mucho sus costos, en varias áreas, y uno termina siendo una suerte de semidiós por el que pasan todas las decisiones: si riegan o no las canchas, si dejan entrar o no los hinchas a una práctica... Entonces eso cansa. Tampoco soy de los que imponen, nunca me vas a escuchar decir las cosas se tienen que hacer como yo diga, no funciono así".
-En caso de seguir, ¿cómo se reemplaza a jugadores de la talla de Fernández y Valdivia?
"Va a costar mucho, yo creo que en el caso de Matías no vamos a encontrar alguien de su talla. Porque una cosa es comprar un pase de tres o cuatro millones de dólares (este semestre Blanco y Negro ha ingresado 13,5 millones de dólares por venta de pases), pero después tienes que pagarle el sueldo. Lo lógico es que para reemplazar a Mati tengamos que traer dos jugadores de un millón de dólares cada uno, dos que tengan las condiciones de uno... Por eso es que estos huachos llegan a costar nueve millones de dólares".
-¿Qué dice el plantel de todas estas partidas?
"Es que todos son casos distintos. La partida del loco Valdivia fue un golpe para el grupo porque era un loco lindo. Andaba todo el día cagado de la risa y esa alegría se contagia. Tenía un tono muy gracioso para quejarse... y se quejaba todo el día. Matías es muy para adentro, todos inconscientemente tratan de cuidarlo, es lo que te nace. Meléndez parece el papá, anda para arriba y abajo con él".
-Y los sucesores naturales, los de casa, ¿no están listos?
"Son buenos jugadores, pero no tengo ninguno de las características. El que destaca por ahora es (Cristóbal) Jorquera, pero se parece más a Valdivia. Además que tampoco voy a echarle encima la responsabilidad de reemplazar a Matías, por ningún motivo".
-Perdón, pero por edad, por jerarquía, ¿no debiera aparecer Miguel Caneo?
"Miguel no vino en su mejor estado físico. Jugaba un partido y se le inflamaba la rodilla, decidimos que lo mejor era pararlo y ahora ha vuelto a entrenar normalmente con nosotros. Sé que es buen jugador, si respondió en Boca puede hacerlo acá, pero hay que verlo en condiciones y no como estaba. Si la pregunta es si me decepcionó, la respuesta es no, para nada".
-Hemos hablado mucho de cómo rearmar el equipo y en una de esas usted no va a estar...
"Es que primero no sé si me voy, mi trabajo es planificar igual".
-¿Esa suculenta oferta que le hicieron hace unos meses desde México ya no está?
"No, ya no está. Era muy buena económicamente, es cierto. Pero familiarmente era muy complicado por el colegio de mi hija y por muchas cosas. Cuando tienes hijos grandes ya no es tan fácil. Y de allá me decían, le damos todo, pero decida ahora, sino no. Y dije que no. No me gusta esa gente que porque tiene mucho dinero cree que puede comprarlo todo".
Selección chilena: "No me es indiferente, es que no me siento extranjero. Creo que perfectamente puedo dirigirla, me gustaría hacerlo algún día. Es difícil estar ahí, porque hay momentos en que uno lo mira de afuera y es el técnico de la selección solo contra todos los demás que le critican el trabajo".
Reinaldo Sánchez: "Es cierto que al medio le falta estructura, pero con ese presidente cuesta mucho aspirar a más. Tampoco se trata de cambiar una persona por otra, necesitas un equipo de mejor calidad que llegue a trabajar por el fútbol chileno".
Humberto Suazo: "Es un jugadorazo. Siempre espero más de él, siempre tengo la sensación de que puede dar más. Si él se convence está para jugar en cualquier parte del mundo. A veces creo que instintivamente resuelve muy bien, cuando se demora en general se enreda".
Los chilenos: "Creo que el gran problema es que ustedes no se quieren. Yo le digo a una amiga de mi mujer qué bonita que estás hoy y te responde qué voy a estar bonita, me estás bromeando. Hablás bien del vino chileno y te dicen que es una porquería al lado del que se exporta. Elogias la cordillera nevada y te dices pero andamos cagados de frío. No es fácil".