BEIJING.- El técnico español Xavier Azkargorta, secretario técnico del Beijing Guoan, salió de España para entrenar en otros países hace 14 años y desde China, su último destino, echa una mirada atrás y reconoce que su paso por los banquillos de Chile y sobre todo Bolivia le cambiaron la vida.
"Yo siempre he dicho que en mi vida y en mi forma de ser hay un antes y un después de Bolivia", recuerda el técnico que llevó a la selección boliviana a disputar la fase final del Mundial de EEUU 1994 tras vencer a Brasil, convirtiéndose en un héroe nacional.
"Pero yo llegué a Bolivia en noviembre el '92, Quinto Centenario, otro conquistador, otro español, otro no sé qué, me amenazaron incluso de muerte", rememora para asegurar que "se saca un poco de madre todo en el tema futbolístico y más cuando afecta a la selección".
Azkargorta cuenta orgulloso que en Bolivia le otorgaron el Cóndor de los Andes, la máxima condecoración del país, y que en Chaparé le pusieron su nombre a una plaza.
En Chaparé conoció el técnico vasco a Evo Morales, actual presidente de Bolivia, cuando convivió con los sindicalistas, y como la impronta que le dejó Bolivia es muy honda sigue muy de cerca la actualidad del país andino.
"La gente se sorprende un poquito con la llegada de Evo Morales al poder, pero yo creo que quien ha vivido en Bolivia puede entenderlo porque un país puede ser más pobre o más rico, pero creo que se han hecho muchos abusos con Bolivia. La gente estaba harta de muchas cosas y buscó una solución en un hombre como Evo Morales".
Su etapa en ChileEn Chile, su siguiente destino, reconoce errores: "Creo, después de un análisis y con el tiempo, que me equivoqué, porque normalmente en todos los sitios a los que he ido he entrado ofreciendo y no exigiendo y en Chile entré exigiendo, quizás porque venía de una etapa triunfal en Bolivia".
(...) cuando me despedí después de tan sólo un partido me fui diciendo ’nos vemos en Francia’ porque ese equipo ya estaba hecho y trabajado para clasificar.
La reacción de los chilenos a su llegada fue semejante a la de los bolivianos: "Hubo bastante rechazo al hecho de que un español fuera el seleccionador de Chile", reconoce.
Pero está convencido de que los dos años de trabajo dieron sus frutos: "La prueba es que cuando me despedí después de tan sólo un partido me fui diciendo ’nos vemos en Francia’ porque ese equipo ya estaba hecho y trabajado para clasificar (para el Mundial de Francia)".
Chile no ha vuelto a asomarse por una fase final mundialista: "Creo que se terminó el trabajo que se hizo hasta entonces, luego hubo una crisis importante dentro del fútbol chileno, pero me parece que es un país que puede desarrollar bien el fútbol porque hay gente, hay ideas y hay instituciones".
"Quizás falta un poquito más de normalidad en considerar que... ’es que la gente se olvida de que cuando hay un partido siempre hay uno que pierde. Quiero decir que falta un poco más de pausa y tranquilidad para llevar a cabo proyectos de desarrollo futbolístico".
A Azkargorta le queda una sola jornada en la Superliga china y todavía no sabe qué le deparará el futuro, aunque de momento, a sus 53 años, parece convencido de haber quemado otra etapa de su particular camino.
