Federer no tuvo problemas con Nalbandian

MADRID.- El suizo Roger Federer pasó hoy por la trituradora al argentino David Nalbandian con un 6-4 y 6-0 que lo instaló en la final del torneo de tenis de Madrid, donde mañana luchará por su décimo título de la temporada.

Fue el séptimo triunfo del número uno del mundo sobre el argentino en los últimos ocho encuentros. Federer se enfrentará mañana al ganador de la segunda semifinal de hoy, que disputan el chileno Fernando González y el checo Tomas Berdych.

"Es una gran satisfacción, jugué un gran partido", dijo Federer a la televisión local.

El suizo no le dio mayor importancia al hecho de haberle estampado un 6-0 al número cuatro del mundo. "Ya lo había hecho otras veces, pero mañana la final va a ser otra historia".

Federer necesitó apenas 58 minutos para asestarle al argentino una de las peores derrotas en su larga serie de enfrentamientos personales, que suma ya 13 capítulos y un 7-6 favorable al número uno.

Sólo en Houston 2003 y en Montecarlo 2002 Federer había logrado vencer con más amplitud que hoy a Nalbandian.

El primer set prometía algo diferente. Federer comenzó quebrando para 3-1 y logró luego una ventaja de 4-1. Fue entonces que Nalbandian mostró su mejor momento. Se recuperó para quebrar hasta 3-4, y luego levantó un 0-40 con su servicio para igualar el partido en cuatro. Había, por fin, partido, pensaban los 10.000 espectadores en el Madrid Arena.

Muy equivocados estaban, porque el suizo anuló cualquier atisbo de equilibrio en el choque. Quebró el servicio de Nalbandian en el décimo juego atacando con una derecha cargadísima de top-spin sobre la línea de fondo. Punto, juego y set en el bolsillo del suizo.

Hubo una ráfaga de Nalbandian en el inicio del segundo set, cuando "tocó" a Federer de un lado a otro para ganar un punto. Pero el número uno parece crecer en su juego cuando se osa desafiarlo, y respondió humillando al argentino.

Revés corto cruzado y cargado de top spin, volea de derecha al otro lado casi puesta con la mano. Y Nalbandian que sólo atinaba a correr, aunque ni siquiera eso servía.

Sin entrenador desde marzo, Nalbandian se mostró incapaz de contrarrestar la clase de tenis que le llegaba del otro lado de la red. Un saque imponente y un revés de ensueño imposibles de controlar: 28 tiros ganadores del suizo contra sólo ocho del argentino, nueve aces de Federer contra uno de Nalbandian.

Y ocho juegos enhebrados consecutivamente para instalarse por primera vez en la final de Madrid, donde tres años antes había caido ante el español Juan Carlos Ferrero en semifinales.