VILLARREAL.- Villarreal y Levante empataron a un gol en un encuentro en el que el equipo visitante fue superior al local e hizo más por conseguir la victoria y en el que al conjunto que dirige el chileno Manuel Pellegrini le pesó en exceso la responsabilidad de tener que llevar la iniciativa.
El Levante no sufrió en el primer periodo y sólo durante algunos minutos, tras la igualdad local, dio la sensación de que el triunfo podía quedarse en casa.
En los primero minutos del encuentro, el Villarreal acusó las bajas y el momento discreto de juego que atraviesa, mientras el Levante se sintió más cómodo que el equipo local sobre el terreno de juego.
La serenidad del juego del conjunto valenciano no estuvo acompañada de acciones claras en ataque y pasado el cuarto de hora de juego, el Villarreal el que se hizo con la posesión del balón, aunque necesitó de una falta lanzada por el argentino román Riquelme, mal rematada, por José Mari Romero para disponer de su primera opción de gol.
La igualdad sin goles con la que se llegó al descanso fue consecuencia tanto de la falta de imaginación en el juego ofensivo del equipo local como del orden y la tranquilidad del conjunto levantinista.
La segunda parte dio comienzo con el 0-1. El francés Olivier Kapo lanzó una falta, el meta uruguayo Sebastián Viera rechazó y Camacho, con la zurda, hizo el gol, un tanto que desconcertó completamente al Villarreal y dio paso a varias jugadas del Levante al contragolpe, en las que pudo ampliar su ventaja, especialmente en una acción que el francés Courtois remató con la derecha y provocó una gran parada de Viera.
El partido entró en la media hora final de la primera mitad con el Levante como dominador del juego, no sólo por las ocasiones de que dispuso el equipo valenciano, sino por el desconcierto del Villarreal.
Manuel Pellegrini hizo dos cambios y uno de los recién incorporados, el joven Jonathan, empató en el primer balón que tocó.
Un cabezazo de Riquelme tres minutos después, cambió completamente el escenario del encuentro, con un Villarreal crecido y un Levante al que, por primera vez en todo el encuentro, le había llegado la hora de sufrir.
El gas le duró poco al Villarreal que, pasados diez minutos, vio como el Levante se recomponía y aunque sin la frescura del comienzo del segundo tiempo, empezó a tener de nuevo el balón y dispuso de una ocasión en un balón de Nino al poste.
El partido llegó a su final con ambos equipos en pos del triunfo, el Levante a base de tener el balón y buscar el último pase y el Villarreal con fuerza, garra, peor muy poco fútbol.