LOS ANGELES.- La historia debe repetirse. O al menos eso señalan las apuestas, que indican que la final de la liga norteamericana de baloncesto que arranca mañana la volverán a disputar Miami Heat, actual campeón, y los Dallas Mavericks.
El equipo de Florida conserva intacta su columna vertebral, con Dwyane Wade y Shaquille O'Neal como puntas de lanza. Sin embargo, las dudas se centran en saber si serán capaces de volver a aunar todos los intereses personales por el bien del equipo.
"Hay una cosa que el título hizo, y es darme la razón en las cosas que uno enseña como entrenador", afirmó Pat Riley, que regresó al banquillo de Miami a comienzos de la pasada temporada para conquistar al final su quinto anillo de campeón.
El espíritu de equipo es una de esas "cosas". Otra es la idea de no bajar nunca los brazos. "Cuando perdíamos 2-0 en la final y estábamos por detrás también en el tercer partido, Dwyane me dijo tras un tiempo muerto: 'no pienso perder así' No parar, sea cual sea la situación, no parar es la clave. Y no paramos de jugar hasta que terminamos ganando", narró.
Hay una cosa que el título hizo, y es darme la razón en las cosas que uno enseña como entrenador.
Pat Riley
Este año la presión es grande para Miami. Primero porque son ahora el equipo a batir desde el primer día, mañana ante los Chicago Bulls.
Segundo porque existen dudas sobre el rendimiento de Wade, que ya no es una promesa sino una superestrella. Los problemas se iniciaron con su pobre actuación, como todo su equipo, en el reciente Mundial de Japón, que además de afectar su moral puede originarle un exceso de cansancio.
Y tercero porque O’Neal ya empezó a notar en sus estadísticas el paso del tiempo: tiene 34 años. "Todos tienen la imagen en la cabeza de lo que hicimos y lo que fuimos", admitió Wade. "Pero ahora volvemos, y la gente debe entender que es una temporada de 82 partidos. El año pasado lo pasamos mal en algunos partidos, y este año nos pasará lo mismo", afirmó.
En similar situación está Dallas, pero con la diferencia de salir el año pasado como derrotados en la final. Su estrella, el alemán Dirk Nowitzki, simbolizó su decepción cuando pateó el balón a las gradas al final del quinto partido, cuando Miami se adelantó 3-2 después de que los Mavericks hubiesen ganado los dos primeros partidos.
El alemán no olvida que acarició el anillo e incluso se atrevió a criticar al dueño del equipo, Mark Cuban, por ciertas actitudes y comportamientos que, si no tuvieron una relación directa con lo ocurrido en la cancha, sí que supusieron distracciones.
De cómo sean capaces equipo y estrella de sacar la parte positivo de todo lo ocurrido dependerá su rendimiento. "La pasada temporada ya se acabó, hay que empezar de nuevo", ofreció conciliador Nowitzki.
"Tenemos algunos jugadores nuevos, y va a ser un año divertido. Creo que tenemos un gran equipo, muy completo. Ojalá consigamos muchas victorias y no tengamos muchas lesiones, y así podamos estar en la lucha otra vez", agregó.
Dallas confía en que los jóvenes Josh Howard y Devin Harris den el salto de calidad, como el argentino Manu Ginóbili y el francés Tony Parker lo dieron para San Antonio en temporadas pasadas.
Precisamente los Spurs son el tercer equipo que parte con claras opciones al título. Ganadores de 63 partidos el año pasado, tendrán muy descansados a Tim Duncan y a Manu Ginóbili, que sale de una lesión y que rindió por debajo de lo esperado en los pasados "play offs".
Tras ellos, las posibilidades se abren. Los Detroit Pistons podrían haber visto pasar sus mejores días con la marcha del mejor jugador defensivo de la liga, Ben Wallace, que ahora viste la camiseta de Chicago.
Phoenix Suns, encabezados por Steve Nash, podrían dar el salto a la elite, pero dependen de que Amare Stoudamire recupere al fin la forma de hace dos años, antes de operarse la rodilla.
Y entre los aspirantes a consolidar su progresión destacan especialmente Los Angeles Clippers y los Cleveland Cavaliers de Le Bron James.
Al plano de las sorpresas se apuntan los Toronto Raptors. Sólo ganaron 27 partidos en la pasada temporada, pero tienen varias incorporaciones más que interesantes. El veterano español Jorge Garbajosa, recientemente proclamado campeón mundial es una, y otra es el italiano Andrea Bargnani, el primer europeo en la historia elegido número uno del "draft".
La temporada no arranca sólo con buenas noticias, porque dos de los grandes hombres, en todos los sentidos, de la liga están lesionados. El español Pau Gasol se lesionó en el Mundial en un pie y aún no volvió a jugar, aunque los médicos aseguran que el pie está curando bien. Similar lesión tuvo el chino Yao Ming, que se fracturó un pie al final de la pasada temporada.
Miami Heat vs. Chicago Bulls
Los Angeles Lakers vs. Phoenix Suns
