HAMILTON, Nueva Zelanda.- El finlandés Marcus Grönholm (Ford Focus) largará este viernes en el rally de Nueva Zelanda, decimoquinta y penúltima del Campeonato del Mundo de rallies (WRC), con un doble objetivo: asegurar el título de constructores para Ford y lavar su propia imagen.
A finales de octubre en Australia, con la ausencia de Sebastien Loeb, Grönholm debía terminar en el podio para evitar que el francés obtuviera la victoria final. Desde el inicio el viernes, obtuvo malos resultados y sólo pudo terminar en quinta posición.
"El título de pilotos está perdido desde Australia. Loeb había merecido la victoria desde antes de su accidente, las ocasiones eran mínimas y no hubiera estado orgulloso de conseguirlo mientras Loeb no tenía opciones de defender sus opciones", afirmó Grönholm.
En Perth, su compatriota Mikko Hirvonen, al volante del otro Focus oficial, aprovechó la ocasión para conseguir su primer rally en el Mundial.
Con Grönholm y Hirvonen, Ford debe sumar tres puntos más que Kronos-Citroën en Nueva Zelanda para conseguir el primer título de constructores del gigante norteamericano desde 1979.
Vencedor el año pasado, Loeb continúa lesionado y podría incluso no reaparecer en el próximo rally, en Gran Bretaña, como estaba previsto. Otro candidato se presenta también como favorito para la victoria en Nueva Zelanda, el noruego Peter Solberg, de 32 años, al volante de su Subaru Impreza.
"Estábamos cerca en Australia y espero que podamos mejorar. Me gustaría verdaderamente ganar de nuevo, pronto, pero es necesario ir paso a paso. Sé que el equipo trabaja muy duro", afirmó el noruego.
Entre todos los pilotos, la atención mediática del rally se centrará también en el siete veces campeón mundial de motociclismo, el italiano Valentino Rossi, que participará en Nueva Zelanda con un Subaru preparado por Prodrive.
Será la segunda participación de Rossi en una prueba del Mundial de Rally, después del rally de Gran Bretaña en 2002, donde debió abandonar.