Claudio Bravo entregó su portería en blanco en empate de Real Sociedad

SAN SEBASTIÁN.- Los hinchas de la Real Sociedad escribieron esta semana en la web del club que Claudio Bravo era uno de los pocos que se salvaban del desastre en que están sumidos esta temporada. Y parecen no equivocarse, porque hoy el chilenno entregó su portería en blanco, pero sus compañeros tampoco pudieron anotar en el arco rival.  

El encuentro parecía estar predestinado al empate, y poco mérito tendrán los quinielistas que lo hayan acertado, porque jugaban un conjunto bético que no ha ganado todavía fuera de su campo y una Real que no sabe tampoco lo que es vencer en San Sebastián.
 
Los donostiarras empezaron con energía y un juego más convincente que en partidos anteriores, con una búsqueda constante al jugador que está en mejor forma, el joven Díaz de Cerio, quien pudo batir la portería de Contreras en el minuto 12, con un intencionado cabezazo que no encontró por muy poco su objetivo.
 
Fue un espejismo, porque enseguida se le acabó la pólvora a la Real tras este intento y, como el Betis tampoco hizo gran cosa por desnivelar el marcador, el juego fue muy insulso de forma que Contreras y Bravo, los dos guardametas, habrían tenido un protagonismo parecido de haber estado sentados en su área. 

En los últimos minutos fue el conjunto andaluz descaradamente por el triunfo, Irureta sacó del banco a su artillería brasileña y Bravo pasó por muchos apuros para poder mantener su portería en cero, aunque contribuyó a que su equipo sumara un punto que vale de bien poco.

En otro encuentro, un autogol del "Pato" Abbondanzieri al principio del segundo tiempo, dejó los puntos en el Madrigal, donde el Villarreal se impuso por 1-0 al Getafe en un partido de fuerzas parejas, que se decidió por una acción aislada.
 
El guardameta argentino, que hace una semana dio la victoria a su equipo contra el Mallorca con una excepcional parada en el último minuto de juego, hoy no tuvo la suerte de cara y dio el triunfo al Villarreal, un conjunto que se mostró espeso e indeciso durante muchas fases del juego.
 
Sin embargo, el Getafe no tuvo la consistencia necesaria como para empatar el partido, a pesar de que lo dominó al menos durante buena parte del segundo tiempo.