BUENOS AIRES.- La Organización Deportiva Sudamericana (Odesur) tiene la intención de seguir fortaleciendo y consolidando los Juegos que se realizan cada cuatro años, a pesar de las dificultades y problemas que son una constante, y que se repitieron durante la VIII edición que se cerró ayer en Buenos Aires.
La experiencia argentina que se clausuró este domingo, y que estuvo plagada de problemas, dificultades, desprolijidades y desajustes logísticos, como reconocieron los propios organizadores, no pareció afectar el espíritu que anima a los dirigentes y que les conduce a asegurar, sin vacilaciones, que "los Juegos Odesur tienen larga vida" y que "las perspectivas son muy buenas".
El brasileño Carlos Nuzman, presidente de la ODESUR, dijo a DPA en Buenos Aires, que "lo importante es que el resultado final fue magnífico", y resaltó el hecho de que los quince países participantes hayan obtenido medallas y que se haya batido un récord en materia de la participación de atletas.
Claro que mientras los organizadores hablaban de 4.000 deportistas, Nuzman saludó en la ceremonia de clausura a "los 2.700 participantes", que ya es un récord, a pesar de que el nivel se vio resentido porque algunos países, particularmente Brasil, no viajaron con todo su potencial.
Además hubo problemas que irritaron a dirigentes, atletas, árbitros y periodistas, y que tuvieron que ver básicamente con el alojamiento, el transporte y la comida. Según Nuzman, y los organizadores locales, esos problemas "son justificados" porque la ciudad tuvo "muy poco tiempo" para prepararse, y además sufrió una crisis institucional, en mayo pasado, cuando fue destituido el jefe de gobierno Aníbal Ibarra y pasó a ocupar su lugar Jorge Telerman.
Para Nuzman igualmente los Juegos Odesur mantienen su importancia y lograrán superar estas dificultades para consolidarse en la región, independientemente de las demás competencias de su tipo, como los Juegos Panamericanos que se realizan siempre un año después.
"Se justifican (los Odesur) porque permiten a los atletas prepararse y evaluar sus condiciones para proyectarse" a nivel panamericano o mundial, dijo el máximo dirigente deportivo de la región sudamericana. "Las perspectivas son muy buenas para Medellín", concluyó Nuzman, en referencia a la sede de la IX edición, en el año 2010, en aquella ciudad colombiana.
El presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Julio Cassanello, también defiende los Juegos Odesur, aunque haya sido muy crítico con los realizados este año en su país. "La realización de los Juegos siempre es importante porque permite adquirir equipamiento marcadamente necesario. Muchas federaciones trabajaban con material obsoleto, de 1995, de cuando se hicieron los Panamericanos en Mar del Plata", recordó a DPA.
Y agregó: "No tengo dudas que (los Juegos Odesur) tienen futuro. Son los Juegos más jóvenes de los que tengo conocimiento", porque se inauguraron en 1978, en la ciudad boliviana de La Paz y este domingo completaron apenas ocho ediciones.
"Si se analiza la historia de los Juegos Olímpicos, que empezaron en 1896, se advertirá que en sus primeras doce, catorce o quince ediciones, no alcanzaron el nivel de decoroso. Pasaron a ser decorosos después, para ser muy buenos, y llegar a un nivel de excelencia, como el actual. Piense que los (Juegos) Panamericanos, comparados con los de 1951, no tuvieron nada que ver con la magnitud de los actuales. Se fueron consolidando a través de los tiempos, y los Odesur se van consolidando, en una región que no es aquella, precisamente, de mayor abundancia", recalcó el dirigente argentino.