BARCELONA.- Hace poco más de un mes que se terminó la temporada 2006 de Fórmula 1 con el español Fernando Alonso como flamante campeón, y los motores volverán a rugir mañana con el comienzo en Barcelona de los tests para 2007, el año I después de la "era Schumacher".
El circuito de Montmeló será el escenario en el que los equipos comiencen a probar elementos para la próxima temporada. Pero habrá dos grandes ausentes, los dos pilotos que parten como máximos favoritos para luchar por el título: Alonso y el finlandés Kimi Raikkonen.
Ambos cambian de equipo y terminan los contratos con sus antiguas escuderías el 21 de diciembre. El español deja Renault para irse a McLaren-Mercedes, equipo que abandona Raikkonen para enrolarse en Ferrari como sucesor del alemán Schumacher, retirado tras siete títulos mundiales. Los dos pidieron permiso a sus ex equipos para poder realizar ya tests, pero aún no lo obtuvieron.
Sin los dos principales pilotos ni la novedad de verlos subidos a sus nuevos bólidos y vestidos con otros colores, los tests que desde mañana y hasta el viernes se realizarán en Barcelona tienen su principal atractivo en las pruebas de neumáticos.
La principal novedad de 2007 es que Bridgestone será el suministrador único de la Fórmula 1, después de la marcha de Michelin. Así, Ferrari contará teóricamente con una ventaja sobre sus rivales: conoce a la perfección los neumáticos nipones, porque los usó durante casi toda la última década, mientras que sus principales rivales, Renault, McLaren y Honda, eran calzados por la marca francesa y tendrán que comenzar a recopilar datos sobre Bridgestone.
"Creo que Ferrari tendrá una pequeña ventaja el próximo año a través de los neumáticos Bridgestone", reconoció el alemán Nick Heidfeld, piloto de BMW-Sauber. Su jefe, Mario Theissen, se mostró más optimista que su piloto, aunque reconoció que los tests se centrarán en los neumáticos.
Lo mismo ocurrirá en Renault. "En gran medida, nuestros ensayos se centrarán en aprender y adaptarnos a las verdaderas características de los neumáticos Bridgestone", afirmó Pat Symonds, jefe de ingenieros de la marca francesa.
"No creo que se pueda subestimar el cambio a Bridgestone, pero también es importante no sobrevalorarlo. Desde un punto de vista técnico, la transición es un cambio normal dentro de los desafíos normales de ingeniería que un equipo de Fórmula 1 debe afrontar. El otro factor importante es construir una fuerte relación de trabajo con nuestro nuevo socio", agregó Symonds.
Los otros equipos que cambiarán de marca de neumáticos serán Red Bull y Toro Rosso, mientras que, además de Ferrari, ya calzaban las gomas japonesas Toyota, Williams, Spyker y Super Aguri.
Todos los ojos están puestos en Bridgestone, pero los nipones aseguran que todos los equipos estarán en la misma situación, porque sus neumáticos serán diferentes de los de pasadas temporadas.
La marca japonesa también prometió que las gomas que se usarán en Barcelona serán idénticas a las que llevará al primer Gran Premio de 2007, el 18 de marzo en Australia, un dato especialmente apreciado por los equipos.
"Es una ayuda enorme. Si hubiéramos cambiado de suministrador en medio de una guerra de neumáticos, habría sido todo mucho más difícil. Estar trabajando con un producto estable nos ayudará mucho a entender los neumáticos", agregó Symonds.
"Nuestro objetivo será llegar a Australia en igualdad de condiciones con los equipos que ya llevan usándolos un tiempo. No será fácil, pero es factible", sentenció.
