MOSCU.- Afuera llueve sin fuerza, pero también sin pausa. Adentro el sol no se conoce, y mientras las catacumbas del estadio olímpico de Moscú ofrecen su inconfundible aire soviético, la pregunta que circula junto a los entrenamientos es la de quién quedará fuera en el equipo argentino que pretende conquistar este fin de semana su primera Copa Davis.
"Me gustaría tener el martes a la noche el equipo en la cabeza, y, más importante, que esté en la cabeza de los chicos. Tenemos chances de ganar esta final, aun cuando no seamos favoritos", dijo el capitán argentino, Alberto Mancini, que tras los entrenamientos de hoy vio probablemente multiplicadas sus dudas, problema que no tiene su colega ruso.
La principal pasa por el triángulo que integran Juan Chela, José Acasuso y Guillermo Cañas. Uno de los tres quedará fuera del equipo que se medirá en la final ante Rusia, y si la decisión pasara por lo visto hoy, ese hombre marginado sería Acasuso.
Decisión difícil para Mancini, que logró llegar a la final sin tocar el cuarteto integrado por David Nalbandian, Calleri, Chela y Acasuso. Cañas, recientemente rehabilitado tras purgar una pena por doping, está en Moscú como quinto jugador, pero el pobre rendimiento de Acasuso hoy abre varias posibilidades. Y Cañas como integrante del equipo es una de ellas.
Argentina entrenó en doble turno en la cancha central, donde comprobó que la velocidad de la pista es bastante menor de lo esperado. Montada sobre paneles de madera, la pelota pica a veces sin fuerza. El principal problema para los argentinos, en todo caso, será acostumbrarse a pegar a muy baja altura.
"No es lo rápida que esperábamos, la cancha nos favorece", dijo Mancini. "Comparada con la de Bielorrusia, es polvo de ladrillo", aseguró Calleri, recordando la ultraveloz superficie sobre la que Argentina perdió 5-0 en abril de 2004.
"Es que nosotros no queríamos algo rapidísimo, buscábamos una velocidad intermedia", aseguró el capitán ruso, Shamil Tarpishev.
Solucionado el "fantasma" de jugar "sobre vidrio", Argentina tiene que definir ahora quién será su segundo singlista para el primer día, y, también, quién se queda fuera del equipo. La intención de Mancini es que los jugadores lo sepan mañana por la noche.
"La pelota pica y queda muerta!", se quejó en la mañana Acasuso, que por la tarde formó dobles, primero con Nalbandian, y luego con Cañas, para perder ambos sets 6-0. Calleri, que jugó un set con Cañas y el otro con Nalbandian, ganó ambos parciales por 6-0. Calleri 12-0, Acasuso 0-12. Uno se fortalecía, el otro se debilitaba.Y si se mira las estadísticas, Chela tiene buenas posibilidades de seguir dentro del equipo. Su balance personal de cinco triunfos y ninguna derrota ante Nikolai Davydenko, número uno ruso, lo hace casi imprescindible en caso de que no sea Calleri el "número dos" argentino el viernes.
La duda se reduce, entonces, a una pregunta: ¿Acasuso o Cañas?
Parte de la respuesta la dio de alguna manera Marat Safin, el ruso ex número uno del mundo y figura del equipo local: "Cañas hace dos años era muy peligroso, pero ahora está 130°, no sé cómo estará jugando".
Cañas impresiona con su juego y su físico fibroso, pero hace más de un año y medio que no juega en el primer nivel del tenis. Acasuso, pese a su mala adaptación hasta el momento a la cancha de Moscú, cumplió siempre con creces cada vez que debió jugar este año en la Davis.
Por eso cualquier decisión será difícil, y por eso será probablemente la almohada la mejor aliada de Mancini esta noche, cuando deba resolver si sigue siendo válida aquella frase de "equipo que gana no se toca".