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Ajedrez: Kramnik pierde "la última oportunidad" de vencer a la máquina

El ruso lo había anticipado antes del desafío: con la evolución de "Deep Fritz", el duelo que sostuvieron en Bonn era la última chance para que un humano derrotara al computador.

06 de Diciembre de 2006 | 12:14 | DPA
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El campeón ruso Vladimir Kramnik simplemente no pudo contra el imbatible "Deep Fritz".

AP
BONN, Alemania.- El ruso Vladimir Kramnik, campeón mundial de ajedrez, era la última esperanza de la humanidad contra el frío calcular de una máquina. Pero el hombre falló en su empeño de batir a "Deep Fritz", el cerebro electrónico mas potente del mundo, que puede jactarse ahora de ser imbatible.

Lo peor es que esta vez, a diferencia de enfrentamientos anteriores, el hombre no logró ganar ni una sola partida ante una máquina que cada vez se supera a sí misma. ¿Puede ser la máquina más inteligente que su creador? ¿LLegará a ser superior a él en algún momento? La derrota de Kramnik, certificada ayer en la última partida, dio respuesta a esas preguntas. Ya lo dijo el campeón antes de duelo: "Es quizás la última vez que el hombre tiene una oportunidad". Y se esfumó.

La amenazadora visión de la imbatibilidad de las computadoras se ha hecho ahora realidad, por lo menos en ajedrez.

En 1997, "Deep Blue" asustó ya al mundo entero al batir al genio Gari Kasparov por 3,5 a 2,5 puntos, y cinco años después Kramnik sólo logró empatar a cuatro en Manama contra una versión más débil de "Deep Fritz".

El gran maestro moscovita, de 31 años, evidenció una vez más que el "lapsus", deconocido para el cerebro electrónico, es el "talón de Aquiles" del ser humano. En Manama, en 2002, cometió en la quinta partida un error garrafal, por aquel entonces el peor de su carrera, al dejarse colgado un caballo en un final igualado de damas y caballo.

Y ahora en Bonn, en la segunda partida, Kramnik no olvidará jamás que pasó por alto el mate que le amenazaba en una jugada, cuando tenía un final favorable. "Deep Fritz" ejecutó el movimiento definitivo en menos de una milésima de segundo.

Aun en el caso de no haberse dado ese "lapsus" -que posiblemente le costó medio millón de dólares- el ruso sólo habría podido conseguir el empate. El duelo a seis partidas estaba dotado con un millón de dólares y Kramnik se llevó el medio millón que tenía ya seguro y que habría doblado en caso de ganar.

Mientras, se alzan ya voces argumentando que la lucha hombre-máquina no es leal. Lo sería si el ser humano tuviera acceso al banco de datos y a un disco duro como el de "Deep Fritz", donde puede consultar miles de partidas, entre ellas todas las jugadas de su rival, Kramnik. Otros opinan, como el gran maestro alemán Helmut Pfleger, que la lucha entre el ser humano y la máquina es como si un corredor se enfrentase a un auto. "Las personas deberían jugar sólo contra personas", dice.

"Deep Fritz" es capaz de calcular entre ocho y diez millones de posiciones por segundo. Su hermano menor, es decir la versión habitual de venta para todo aficionado, alcanza apenas la cuarta parte. Pero para una persona normal es todavía más que suficiente.

Se calcula que unos 100.000 jugadores comprarán el programa, pero prácticamente nadie tiene una posibilidad de ganar. Por tanto, los programadores, pensando en la rentabilidad, decidieron enseñar a "Deep Fritz" a cometer errores. Como un ser humano.

"Tenemos que encontrar un método inteligente de jugar peor", dice Matthias Wuellenweber, de 45 años, físico y programador. El cerebro electrónico sería entonces un mejor rival de entrenamiento para los clientes.

A fin de evitar que la superioridad de la máquina destruya el encanto del ajedrez y que el hombre pierda el deseo de jugar, se "instruirá" a "Fritz" para que acomode su fuerza a la del adversario y que por tanto no gane más que el 60 por ciento de las partidas. Ese sistema especial lo denominan los progamadores alemanes "Freund" (amigo). Pero contra Kramnik pusieron en acción toda la fuerza de cálculo de la máquina, sin "amigo" que valga.
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