El ex atleta canadiense Ben Johnson fue despojado de la medalla de oro en Seúl '88, cuando había marcado el récord del mundo en los 100 metros.
El Mercurio
MELBOURNE, Australia.- El ex velocista canadiense Ben Johnson, sancionado de por vida por dopaje, acusó a su gran rival deportivo, el estadounidense Carl Lewis, de sabotear la muestra de orina por la que dio positivo en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
Según asegura Johnson en una entrevista con el diario australiano The Herald Sun de hoy, Lewis manipuló, con ayuda de un jugador de fútbol también de Estados Unidos, su análisis antidoping. Johnson había ganado de forma espectacular la medalla de oro de los 100 metros con un récord del mundo de 9,79 segundos.
La prueba de Johnson dio positivo tras la carrera por el anabolizante stanozolol, por lo que se le desposeyó del oro olímpico, que fue a parar a manos de Lewis, y del récord mundial.
"Tengo la información de cómo y por qué se hizo y quién estuvo detrás de todo", dijo Johnson al diario australiano. A la pregunta sobre si Lewis estuvo implicado, Johnson contestó: "No quiero decir mucho, pero él tuvo algo que ver".
Según aseguró Johnson, se tomó una cerveza durante los controles antidoping con un ex jugador de fútbol que era muy amigo y compatriota de Lewis. Al parecer, el stanozolol se mezcló con la bebida alcohólica. "Intentamos lograr más información y hacerle hablar", dijo Johnson sobre el ex jugador de fútbol, cuyo nombre no mencionó.
El manager de Lewis, Joe Douglas, rechazó las acusaciones. "Carl no tiene nada que ver con el positivo de Ben", dijo. "Ese no es su estilo", agregó.
Lewis, nueve veces campeón olímpico, se quedó con la medalla de oro de Johnson, que, tras su regreso a las pistas en 1993, dio de nuevo positivo, por lo que fue sancionado para el resto de su vida.
