El zaguero chileno Ricardo Rojas intenta quitarle el balón al brasileño Ronaldinho, autor de uno de los goles del Barcelona.
AFPTOKIO.- El Barcelona impuso hoy su superioridad y aplastó por 4-0 al América para clasificarse a la final del Mundial de clubes de fútbol que se disputa en Japón, donde se medirá el domingo con el Internacional de Porto Alegre brasileño.
Gudjohnsen y Márquez encarrilaron el triunfo en la primera parte, y Ronaldinho y Deco lo completaron en la segunda.
El América del zaguero chileno Ricardo Rojas, quien jugó lo 90 minutos, luchará también el domingo por el tercer puesto con el Al Ahly egipcio.
El América jugó bien, con voluntad de tocar la pelota con criterio y formar un ataque consistente, pero se encontró delante con un equipo que demostró por qué es considerado por muchos como el mejor del mundo en la actualidad.
Los mexicanos se acercaron primero con una jugada en la que el argentino Claudio López cayó dentro del área, pero que no fue señalada por el árbitro. Pero entonces comenzó el festival azulgrana. Con Iniesta majestuoso en el centro del campo y Ronaldinho con ganas de exhibirse en el ataque, el primer gol llegó ya en el minuto 11. Tras una larga serie de toques de casi todo el equipo, el brasileño le dejó el balón de taco a Iniesta, que metió en profundidad a Gudjohnsen y el islandés fusiló cruzado a Ochoa.
El América reaccionó y se acercó al área azulgrana con peligro, pero ahí se encontraba con un muro. No era capaz de finalizar una jugada si no era con un lanzamiento lejano, y en esos casos el arquero Víctor Valdés se mostró muy seguro. Entonces llegó el segundo gol. Entrando con fuerza en el segundo palo, Rafael Márquez cabeceó un córner a la red de sus compatriotas. Lo peor para el América no era el resultado, sino la naturalidad con la que se había logrado: lo normal era que el Barcelona fuera ganando 2-0.
En ese momento, los españoles echaron el freno. Su técnico, Frank Rijkaard, admitió hace unos días que la diferencia entre el actual Barcelona y el de temporadas pasadas es que juega mejor con el resultado. Y hoy se empleó a fondo, durmiendo el partido hasta el descanso.
La tónica no cambió en la segunda parte. El América, ya con Cuauhtémoc Blanco en el campo, seguía sin rematar sus buenas jugadas, y el Barcelona controlaba el juego sin agobios. Y en una demostración clara de su superioridad, redondeó la goleada en cuanto quiso pisar el acelerador. El tercer gol llegó en el minuto 63. Una gran jugada de Giuly terminó con un disparo que despejó Ochoa. El balón le cayó a Ronaldinho, que se preparó y colocó el balón cerca de la escuadra, lejos del alcance del arquero.Y el cuarto, el más bonito de todos, siguió en el 84. Ronaldinho controló al borde del área con comodidad, y le dejó la pelota a Deco. El portugués entró en carrera y soltó un fuerte zapatazo cruzado que entró como un misil.
El Barcelona ya estaba en plan de fiesta y el América bajó los brazos. En esa coyuntura pudo ampliarse el marcador con una genialidad de Ronaldinho, que se escapó de cuatro contrarios y lanzó un envenenado disparo por encima de Ochoa que sólo el larguero repelió.