SALVO, EE.UU.- La ex triple campeona olímpica Marion Jones dijo que aún está indecisa respecto a su futuro en el atletismo. La estadounidense, de 31 años, no se está entrenando, mientras la mayoría de los principales velocistas del mundo ya comenzó su preparación para la temporada 2007.
"Simplemente debo tomar muchas decisiones", sostuvo Jones en una conferencia de prensa en Belice, durante una visita a la tierra natal de su madre en América Central junto a su hijo Monty, de tres años.
"Mi hijo está llegando a una edad en la que es necesario que yo esté presente más y más (tiempo). Tomaré algunas decisiones con mi familia en los próximos meses sobre lo que me depara el destino", agregó.
Jones, quien se adjudicó tres medallas doradas en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, aseguró que su vida familiar está por encima del deporte.
"Por favor, no se confundan y crean que el atletismo es la prioridad número uno de mi vida. Ser madre y formar parte de una familia es lo más importante", subrayó.
Jones dijo a menudo que se retiraría después de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, pero la controversia en torno a un caso de dopaje en el campeonato estadounidense de junio hizo que contemplara la posibilidad de abandonar la actividad antes.
"Absolutamente", remarcó en su momento en declaraciones al periódico New York Times, cuando se le preguntó si analizaba retirarse del atletismo. La primera muestra de un control antidopaje de Jones dio positivo por la sustancia prohibida eritropoyetina (EPO), un estimulante sanguíneo, aunque luego la atleta quedó libre de cargos ya que la contraprueba dio negativa.
Sin embargo, Jones permanece bajo vigilancia de parte de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA, por sus siglas en inglés), en conexión con el escándalo de dopaje del laboratorio BALCO.
