Hablar cuesta caro. Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, tendrá que pagar 13 millones de euros (17,2 millones de dólares) más de lo previsto por los argentinos Gonzalo Higuaín y Fernando Gago, tras semanas de alardes y deslices verbales. La escalada de la cotización de ambos jugadores fue paralela a la locuacidad a veces sin límites de Calderón.
Una fecha clave fue la del 20 de noviembre, cuando el Real Madrid anunció la firma de un histórico contrato de televisión por el que el club blanco cobrará 1.100 millones de euros (1.450 millones de dólares) por la venta de los derechos audiovisuales hasta 2013. "Nadie ha conseguido un contrato así", se jactó entonces Calderón. "Y ahora todos saben que tiene usted mucho dinero", le comentó un periodista al día siguiente. "Es cierto", debió admitir el dirigente. Aquello marcó un antes y un después en las negociaciones abiertas por Higuaín y por Gago. River Plate y Boca Juniors, sus respectivos clubes, cambiaron sus estrategias e inmediatamente elevaron su demanda, incrementando notablemente sus pretensiones iniciales.
Las conversaciones oficiales para fichar a Higuaín comenzaron en octubre y las primeras informaciones de la prensa española coincidieron en hablar de una operación que le costaría al club blanco no más de ocho millones de euros (10,5 millones de dólares). "Al fin y al cabo, es una promesa de 19 años", recordaban. Pero Calderón cometió una doble imprudencia. "Por una parte, publicitó exageradamente el contrato de televisión y, por otra, prometió a sus socios que el fichaje era un hecho, cuando todavía no existía ni siquiera un principio de acuerdo", afirmaron a la agencia DPA fuentes próximas a la negociación.
Efectivamente, lo que en principio se iba a cerrar por ocho millones de euros, acabó convirtiéndose en un acuerdo por valor de 13 millones de euros (17,2 millones de dólares). Esa es la cantidad que el Real Madrid pagó por un futbolista que llega como tercer delantero del equipo, tras los cotizados Ruud van Nistelrooy y Ronaldo.
Todavía más sangrante para las arcas madridistas ha sido el fichaje de Gago, completado en la noche del martes a falta de una confirmación oficial del club madridista. Según fuentes extraoficiales, el Real Madrid habría cerrado la operación con Boca Juniors por 18,5 millones de euros (24,4 millones de dólares).
Las primeras informaciones sobre el interés de Gago hablaban de un acuerdo que se cerraría por 10 millones de euros (13,2 millones de dólares), pero la imprudencia de Calderón alimentó la avidez de Mauricio Macri, el presidente de Boca Juniors, que vendió al jugador por casi el doble de lo previsto. O al menos de lo previsto por el Real Madrid, porque los argentinos siempre aspiraron a cifras bastante más importantes.
Además, el fichaje será un poco más caro de lo que sugieren esos 18,5 millones de euros, ya que el Real Madrid pagará al jugador durante sus 6,5 años de contrato el 15 por ciento del precio del traspaso, una cantidad firmada de antemano y que Boca Juniors se ahorra.
Lo que no admite dudas es la capacidad del Real Madrid para afrontar pagos millonarios. Esta temporada, entre julio y diciembre, gastó unos 90 millones de euros (unos 119 millones de dólares) en fichajes, una cantidad con escasas comparaciones.
En cualquier caso, Calderón ya sabe lo caro que cuesta hablar, y más cuando debe tratar con los duros negociadores de Boca o River.