El argentino Diego Moyano, durante su época como tenista activo.
José Alvújar, El MercurioSANTIAGO.- Regularidad es el concepto que Diego Moyano, el flamante entrenador de Paul Capdeville, quiere traspasarle a su pupilo en estos primeros días de entrenamiento en Viña del Mar, en la misma cancha de cemento donde Fernando González afina los detalles de su temporada oceánica.
"Jugué contra él varias veces, lo conozco bien. Paul tiene un potencial bárbaro, su ranking se puede mejorar mucho y el corto plazo, pero para que todas esas cosas lleguen necesitamos que ese buen nivel de tenis que hoy puede lograr lo sostenga en el tiempo", señala el coach argentino.
- ¿Qué defecto quisieras corregirle de entrada?
"Más que hablar de defectos yo hablaría de mejorar su tenis, él no tiene golpes malos. Lo que hay que hacer es mejorar su juego integralmente. En paralelo estamos trabajando con Carlos Burgos (preparador físico de Capdeville) para mejorar su movilidad, por ejemplo. Eso es muy importante".
- ¿Cómo lo ves a él como jugador?
"Tiene muy buen servicio y basa su juego en buena medida en el saque. Un poco sus reusltados pasan por la manera en que le funcione esa arma del juego. Es sólido de fondo y va muy bien para adelante. Su movilidad es algo que necesita mejorar".
- ¿Y además de la movilidad no hay nada?
"Me gustaría ayudarle a tomar mejores decisiones en los partidos. Creo que todavía tiene momentos en que pierde el patrón de juego y eso queremos que lo deje en el pasado. Para tener regularidad es necesario que se concentre al cien por ciento en cada partido".
- ¿Qué meta de ranking se han puesto al comienzo de este trabajo?
"No vamos a autoimponernos presión, pero es innegable que hacemos este trabajo para hacerlo progresar en el ranking de manera importante. O mejor dicho, hacemos este trabajo para que el juegue mejor tenis, para que mejore su nivel y ese nivel lo sostenga todo el año. Si conseguimos eso te aseguro que el ranking va a mejorar automáticamente y de manera importante".
Moyano jugó tenis profesional por más de 10 años con relativo éxito. Su mejor ubicación histórica en singles la consiguió en abril de 2000, cuando alcanzó el casillero 130 del ranking ATP.
Como técnico lleva dos años trabajando y su compatriota Guillermo Coria es el tenista más renombrado al que ha dirigido.