LISBOA.- Marc Coma, que a partir del sábado defenderá su título de ganador del rally Dakar en motos, afirmó que el raid es "como los Juegos Olímpicos" del motor.
"Es una carrera única, se puede comparar con el Tour de Francia o con los Juegos Olímpicos, con la diferencia de que nosotros tenemos la suerte de poder hacerlos todos los años. Si fuera cada cuatro años la presión sería enorme", aseguró.
A sus 30 años, con cuatro Dakar a sus espaldas y con el número uno en el frontal de la KTM, Coma considera su condición de defensor del título como una presión buena y mala. "Es una presión porque llevas el uno, pero por otra parte ya sabes lo que es ganar. Además, la presión forma parte del juego", indicó.
"Salimos con el objetivo de ganar, pero pueden pasar muchas cosas. Tener una carrera completa es complicado", comentó el catalán, quien señaló a su compatriota Isidre Esteve y al francés Cyril Despres como sus dos principales rivales.
Pero su experiencia en el rally le invita a la prudencia y a no olvidar que el desierto puede jugar malas pasadas y que perder el respeto al raid puede conducir al fracaso.
A diferencia del año pasado, Coma cuenta con una moto nueva en la que ha participado en la concepción y que dice hecha a su medida, con mejoras que facilitan la conducción, menos peso y un centro de gravedad más retrasado.
"Son pequeñas cosas que hacen que el piloto se sienta más seguro y le ayude un poco más en condiciones extremas", señaló el piloto, que no encuentra ningún defecto a su nueva máquina.
"Al menos durante la temporada ha funcionado bien, no hemos tenido problemas y eso es importante", comentó.
La moto deberá mostrar su rendimiento muy pronto, porque como señaló el piloto, desde Marruecos "la mecánica va a ser muy solicitada" y eso les privará de tiempo para hacer pruebas.
Enfrascado en el burocrático juego de las verificaciones técnicas y administrativas, a dos días del inicio de la prueba en Lisboa, Coma no oculta sus ganas de comenzar a competir, pero sobre todo de entrar en suelo africano y olvidar "el estrés de Europa". "África no te deja indiferente, o la odias o la amas. Y a los que estamos aquí nos ha picado el virus de África", indicó.