ATAR, (Mauritania).- Cautela y confianza son las palabras clave con las que afrontan el resto del rally los favoritos españoles, Marc Coma e Isidre Esteve en motos y Carlos Sainz en coches, según expresaron en la jornada de descanso, que marca el ecuador de la prueba.
Sainz fue el que tuvo una agenda más cargada, con actos de representación que le convirtieron en el blanco de buena parte de los fotógrafos, acompañado de su compañero de equipo, el surafricano Giniel de Villiers, que le aventaja en la general por 1:39 minutos.
Los dos Volkswagen se vieron obligados a calmar un poco la euforia que se ha creado tras llegar cómodamente instalados en el liderato a la jornada de descanso, lo que ha hecho especular con la posibilidad de que 2007 sea el de la ruptura del monopolio Mitsubishi que dura ya seis años.
El piloto español advirtió de la importancia de las tres próximas etapas, tres pruebas de fuego que tendrán en el desierto mauritano buena parte de la clave de la victoria final.
Tras probar su Tuareg, al que, como estaba previsto cambiaron enteramente la trasmisión como medida de seguridad, el madrileño recordó que en las dunas mauritanas se dejó el año pasado 40 minutos, un argumento suficiente como para no vender todavía la piel del oso.
Fue justamente el francés Stéphane Peterhansel el que se benefició en la pasada edición del error de Sainz y en esta ocasión vuelve a aparecer como la principal amenaza de Mitsubishi, aunque acumula ya casi 25 minutos de desventaja.
Sin olvidar al también francés Luc Alphand, que se encuentra a casi 34 minutos.
"Cautela” vendió también Marc Coma, líder de la clasificación de motos que se negó a hacer balances y, sobre todo, a descartar a nadie para la victoria final, un mensaje que tenía grabado el nombre del francés Cyril Despres, vencedor de ayer y que corre a contra corriente para anclarse a los primeros.
"No voy a obsesionarme mirando la clasificación y comprobar a cuantos minutos está uno u otro. Lo importante para mí es no cometer errores, continuar haciendo la carrera como hasta ahora, y cuando sea el momento ya nos lo estudiaremos bien", aseguró Coma.
El barcelonés aprovechó la etapa de descanso para reposar y tratar de curarse el resfriado que arrastra en los últimos días, un contratiempo que no parece haberle mermado en la carrera. Sobre el futuro inmediato, Coma aseguró que las tres próximas etapas "serán muy duras", aunque se negó a considerar como un trámite las tres últimas.
"Nos espera una segunda mitad del Rally que será tan dura o más que lo que llevamos recorrido hasta aquí. Antes de empezar la carrera, ya dije que las etapas en Mauritania serán las que decidan la carrera, y seguramente se cumpla", aseguró.