MADRID.- Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, ofreció hoy sus disculpas personales a los jugadores del equipo blanco, tras su plomémica conferencia del martes, un perdón que el plantel recibió con indiferencia al valorar la posibilidad de que el mandatario abandone su cargo al final de este mes.
Calderón acudió a la Ciudad Deportiva de Valdebebas con prisa por parchear la crisis abierta con su polémica intervención en el Centro Universitario Villanueva, donde desveló el salario de Iker Casillas, calificó a Guti de "eterna promesa", acusó al ex presidente Florentino Pérez de sabotear el fichaje del brasileño Kaká y criticó los valores personales de los futbolistas.
El presidente meditó hasta última hora la conveniencia de desplazarse hacia el lugar de entrenamiento del plantel, atestado de periodistas, aunque finalmente se decidió tras hablar con Pedja Mijatovic, el director general del Real Madrid, que también estuvo presente.
El encuentro fue con todo el plantel, incluido el entrenador, Fabio Capello, y duró 80 minutos. "Calderón ofreció sus explicaciones, que se basaron en acusar a la prensa de tergiversar sus palabras, y aseguró que todo se había sacado de contexto. También pidió unidad contra todos los enemigos exteriores, y pidió perdón a quien se hubiera sentido ofendido", explicaron a la agencia dpa fuentes del vestuario blanco. Más o menos lo que hizo en público en la noche del martes.
Raúl fue el futbolista que más explicaciones pidió, y tanto Guti como Iker Casillas también solicitaron la aclaración de detalles al ser aludidos directamente por Calderón durante su conferencia. El resto no dijo prácticamente nada.
"En realidad, habló sobre todo el presidente y los futbolistas se mantuvieron muy al margen, para sorpresa del propio Calderón", informaron las mismas fuentes.
Tal indiferencia tiene un motivo, que no es otro sino que los "pesos pesados" del vestuario madridista están convencidos de que Calderón dejará de ser presidente el 29 enero, cuando la justicia tiene previsto emitir un veredicto en relación a los votos por correo de las elecciones de julio de 2006. Si se procede a la apertura de las sacas, lo más probable es que Calderón deje de ser presidente del Real Madrid.
Los hombres más fuertes del vestuario madridista diseñaron tal estrategia, que pasó por la prudencia, durante la comida que los propios futbolistas celebraron el martes en un restaurante madrileño, donde fueron informados por primera vez de las palabras de Calderón.
Según pudo saber dpa, durante ese almuerzo hubo una extraordinaria irritación entre los jugadores. Calderón llamó a Raúl por teléfono para decirle que tenía pensado ir allá para aclarar las cosas, pero el capitán blanco le aconsejó esperar a que pasase el tiempo.
Los futbolistas acordaron dejar correr las palabras, pensando que Calderón caerá tarde o temprano. Los jugadores están seguros de que pueden sacar la situación adelante porque se ven con posibilidades en la Liga y en la Copa de Europa. Han hecho causa común para centrarse en el aspecto deportivo.
Sin embargo, y según aclara una fuente del vestuario, "Calderón ha perdido toda la credibilidad entre el sector fuerte de la plantilla. Y también Mijatovic, que cada vez es peor visto por el vestuario". Una calma tensa.