González arrasa con Haas y se instala en la final de Australia

 Imágenes del triunfo de González ante Haas 

MELBOURNE.- El chileno Fernando González dejó atónitos a los 15.000 aficionados que se dieron cita en la Rod Laver Arena, jugó como el suizo Roger Federer y se clasificó para la final del Abierto de Australia, la primera de un Grand Slam en su carrera, con una victoria apabullante sobre el alemán Tommy Haas.

González se impuso por 6-1, 6-3 y 6-1 en un encuentro soberbio en maestría y ejecución que hubiera firmado el propio número uno del mundo, con 42 golpes ganadores en los 82 puntos que hizo, y cometiendo únicamente tres errores no forzados en los 91 minutos de exhibición.

González venció así, como si fuera el número uno del mundo, con una lucidez en la pista fuera de lo común, apabullando a su rival como el suizo hizo el día anterior al estadounidense Roddick, con un tenis agresivo, potente y sobre todo letal.

El banquillo de González vibró con su actuación, tanto su entrenador, el estadounidense Larry Stefanki, como su preparador físico Carlos Burgos. Solo faltó la argentina Gisela Dulko, novia de González que había salido ya con destino a Tokio donde participa a partir del lunes. "Se marchó", dijo Fernando, "es que es una jugadora de tenis", la disculpó.

El verdugo del español Rafael Nadal tuvo un comienzo arrollador al ganar los 11 primeros puntos del partido, y acabar el set inicial sin un solo error no forzado. El primero de ellos llegó en el juego de inicio de la segunda manga. Hasta entonces sus golpes ganadores fueron un sacrificio para Haas, semifinalista aquí en 1999 y 2002.

Pero a medida que avanzaba el partido, González no bajó su ritmo y eso que Haas no se entregó jamás. La lucidez del de Santiago contagió de emoción a toda la comunidad chilena que se volcó con él con sus tradicionales cánticos.

Haas, mientras, se fue hundiendo paulatinamente. Cometió cuatro dobles faltas, algunas decisivas, y acabó con 21 errores no forzados, escupiendo rabia ante su impotencia.

González, quien se medirá al suizo Roger Federer en la final, es apenas el cuarto latinoamericano que disputará una final del Abierto de Australia.

Antes de él lograron meterse en el duelo por el título su compatriota Marcelo Ríos, quien cayó en 1998; el argentino Guillermo Vilas, quien ganó las finales de 1979 y 1978, y perdió en 1977, y el peruano Alex Olmedo, quien se impuso en 1959.

Otro hito para González es que se convirtió en el cuarto chileno en llegar a una final de un Grand Slam. El propio Ríos lo hizo en Australia (1998) y antes de eso, lo lograron Anita Lizana, que ganó en Forest Hills 1937 (en césped y sin perder un set) y Luis Ayala en Roland Garros '58.

Tras su claro triunfo, el mejor tenista nacional del momento dijo a la televisión australiana: "Hoy jugué un gran tenis. Obviamente que voy  a tener al mejor jugador del mundo al otro lado de la cancha (en la final del domingo), pero afortunadamente tengo un tenis que muchas veces depende de mí y eso es lo que me deja muy tranquilo".

Ante la pregunta de si se acordó "de alguien especial en este momento, clasificándote a tu primera final de Grand Slam, González dijo: "Sí, siempre que hago algo importante está la familia detrás de todo esto y siempre me acuerdo de mis papás y mis hermanas. Y siempre yo creo que ellos están contigo en los momentos malos, imgínate en un momento bueno. Es cuando más a uno lo recuerdan".

Antes de irse a camarines, la raqueta nacional concordó en que "está transcurriendo la mejor jornada de mi vida tenística", pero reiteró que quiere más: "Ojalá que no sea la mejor (jornada), que vengan mejores, como siempre digo. Hasta el momento sí, pero siempre espero algo mejor. Ojalá que el domingo sea".