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Parreira llega a Sudáfrica con cartel de semidiós

El ex seleccionador brasileño dirigirá a los Bafana Bafana de aquí a la fase final de la Copa del Mundo que se jugará en ese país en 2010.

26 de Enero de 2007 | 09:44 | EFE
JOHANNESBURGO.- No hace falta ser un escéptico para dudar de la divinidad del ex seleccionador brasileño Carlos Alberto Parreira, de que pueda convertir el agua en vino o multiplicar panes y peces, pero hoy ha llegado a Sudáfrica y todos esperan de él algún milagro, por minúsculo que sea.

"Bienvenido al equipo", decía una pequeña pancarta roja de letras blancas sobre las cabezas del alboroto de periodistas que, con sus cámaras, micrófonos y flashes, rodearon a Parreira a su llegada a las 7.45 hora local de hoy (05.45 GMT) al aeropuerto de Johannesburgo.

El brasileño, que fue contratado el 16 de agosto para dirigir la selección sudafricana de fútbol, conocida como "Bafana Bafana" (Los Muchachos), salió por la terminal internacional con el gesto cansado y la cabeza gacha.

Todo fue un visto y no visto; no hizo ningún comentario y el seleccionador se esfumó en menos de dos de minutos, junto a la comitiva que lo esperaba, del alcance de las preguntas de los reporteros y miradas de algunos aficionados que se habían congregado allí.

Sudáfrica será la sede de la próxima Copa Mundial de Fútbol 2010 y quiere hacerse un hueco dentro del reconocimiento del fútbol internacional para el torneo.

"Lo que queremos de él (Parreira) es asegurarnos de que vamos a estar en la primera clase para 2010", afirmó el director ejecutivo de la Federación Sudafricana de Fútbol (SAFA, en inglés), Raymond Hack en declaraciones hechas pocas horas antes de la llegada del brasileño.

El trabajo que le espera no es menor y tendrá que sudar la gota gorda si quiere convertir a "Bafana Bafana" en un equipo de fútbol nacional competitivo, después del desastroso papel que representó el pasado año, donde ni siquiera se clasificó para la fase final del Mundial de Alemania.

El país, sin embargo, alberga la esperanza de que, ya sea por medio de poderes místicos o por el reconocido buen trabajo de Parreira, el entrenador logre marcar el objetivo por todos anhelado.

Parreira, de hecho, no tiene la reputación de ser un genio hechicero o un mago que puede sacar conejos del sombrero. Todo lo contrario, su reconocimiento reside en tener fama de ser un meticuloso artesano y un profesional, que insta y aboga por la disciplina y el duro trabajo.

La fe que se deposita en él queda patente en un cuantioso contrato de cerca de 257.000 dólares al mes, más de lo que recibe en todo el año el presidente, Thabo Mbeki, algo que no ha estado exento de disparar la polémica.

Parreira, desde que firmó para el cargo, ha lamentado constantemente el limitado tiempo de trabajo que tendrá en los próximos cuatro años, pero ha confiado en que su aportación al fútbol sudafricano pueda contribuir para que este continente se convierta en un punto de referencia mundial.

Parreira es el entrenador número 14 que tiene Sudáfrica desde que en 1992 comenzó a jugar en competiciones deportivas internacionales, al final del "apartheid".

Otros técnicos, muy respetados internacionalmente, como Philippe Troussier, Carlos Queiroz y Stuart Baxter ya fracasaron en la empresa que Parreira acaba de emprender.

La primera concentración del equipo nacional está programada del 5 y al 7 de febrero y el primer partido que coordinará Parreira será el que dispute Sudáfrica contra Chad, en la capital chadiana, el 24 ó 25 de marzo, como parte de la etapa clasificatoria de la Copa Africana de Naciones.

No queda apenas tiempo y todo continúa entre las sombras. Incluso contando con la suposición de que la vasta experiencia de este respetado entrenador, que entre otros logros llevó a Brasil a ganar el Mundial de 1994, pueda servir de algo, queda una larga distancia para que bajo su tutelaje "Bafana Bafana" llegue a alguna parte.

Hasta la fecha, no se tiene conocimiento de qué jugadores representarán al país en el terreno de juego y, pero aún, cómo y por quién serán seleccionados.

Parece inconcebible que Parreira, con su limitado conocimiento de jugadores sudafricanos, esté en posición de decantarse para señalar a 30 jugadores sin ayuda local.

Mientras tanto, los antiguos entrenadores locales Pitso Mosimane y Khabo Zondo, que actuarán a tiempo partido como ayudantes de Parreira y que debieran parecer los más indicados para tomar la iniciativa, han asegurado públicamente que no se les ha consultado para dicha tarea.

Lo que está bien claro es que si Parreira falló con Brasil el pasado año, cuando su selección, considerada la favorita indiscutible del torneo, perdió en cuartos de final ante Francia, existe una gran posibilidad de que fracase contundentemente con "Bafana Bafana".

Paradójicamente, puede ser más fácil para alguien de su experiencia enseñar a jugadores que tienen mucho que aprender y que se encuentran en un nivel en el que no se puede tocar más fondo y sólo les queda subir.

"No estamos buscando milagros hoy, mañana o el día siguiente, pero queremos tener certeza de que cuando llegue 2010 no nos eliminarán en la primera ronda", reconoció Hack.

Fuera como fuese, los sudafricanos no deberían dejar de aguantar la respiración pues a este "mesías" de 63 años le queda mucho para alcanzar sus metas, ya sea haciendo llover del cielo maná o logrando que esta malograda selección nacional se clasifique por lo menos hasta cuartos de final.
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