El tenista nacional Fernando González se encuentra plenamente concentrado para enfrentar su primera final de Grand Slam.
AFPMELBOURNE, Australia.- El chileno Fernando González, la gran sorpresa de la final del Abierto de Australia que se juega el domingo en Melbourne, confía en explotar el gran momento que atraviesa cuando tenga enfrente al suizo Roger Federer, número uno mundial.
"Es un partido duro. Él es el número uno del mundo, es favorito y yo he perdido muchas veces con él", admitió el chileno, actual noveno jugador mundial, que se inclinó ante Federer las nueve veces que se han visto.
Sin embargo, el cabeza de serie N.10 del torneo aborda la final como una nueva oportunidad en un momento de excelente forma física. "Estoy jugando mucho mejor que la última vez que lo enfrente. Es un partido más y lo daré todo para intentar ganar mi primer título de Grand Slam" y el primero de Chile, decía.
"En el tenis siempre tienes una nueva oportunidad. Y en esta ocasión tengo una ocasión realmente estupenda", decía González ante la histórica oportunidad de añadir un Grand Slam a su medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
"Voy a jugar el partido más importante de mi vida y él es el mejor tenista de los últimos años. Él siempre gana, así que alguna vez tendrá que perder", añadía esperanzado el chileno, que en 2006 cayó en primera ronda ante el estadounidense Alex Bogomolov, salido de las clasificaciones, en sets seguidos.
"El año pasado perdí en primera ronda, tuve calambres. Fue un partido realmente malo, quizá el peor de toda mi vida. Quizás no, fue el peor", comentaba González.
Esta vez el chileno llegó a la final tras eliminar al local Lleyton Hewitt, finalista en 2005, al estadounidense James Blake (5°), al número dos mundial Rafael Nadal y al alemán Tommy Haas, tres veces semifinalista en Australia.
Su gran transformación sin duda tiene mucho que ver con su entrenador Larry Stefanki, que antes se ocupó de John McEnroe, Yevgeny Kafelnikov y Tim Henman. "Técnicamente estoy intentando jugar más con mi primer servicio. Mi slice es mucho mejor, también mi volea y mi revés", admitió el tenista.
"Y mentalmente estoy más relajado en la cancha, puede que ahora disfrute más el partido. Estoy más en forma, puedo jugar más tiempo. Ahora soy capaz de estar en la pista y esperar a ver qué hace mi rival o tomar yo la iniciativa", explicó el tenista.