Cientos de autógrafos tiene que firmar a diario el nuevo ídolo del tenis nacional.
Alejandro Carballal, El Mercurio.VIÑA DEL MAR.- Una espigada periodista argentina se acerca y pregunta dónde entrena Fernando González y a qué hora. No importa que en la cancha central del Club Naval Las Salinas, un ex número uno del mundo como el brasileño Gustavo Kuerten esté luchando por recuperar el nivel que lo llevó a ganar tres veces en Roland Garros.
En una cancha interior, Nicolás Massú entrena con su coach, el argentino Gabriel Markus. Apenas una decena de ruidosos niños lucha por invadir la cancha y acercarse al campeón olímpico. Toda la atención se la lleva la práctica que en la cancha central hace Fernando González.
Los organizadores del abierto de Viña del Mar no lo desmienten. "Es innegable que hay una efervescencia especial por ver a Fernando, todo lo hecho por él en Australia influye en este clima, pero para nosotros el 80 por ciento del financiamiento del torneo llega a través de los sponsors y de los derechos de transmisión televisiva. Lo que entre ahora por concepto de venta de entradas es relativo", cuenta Carlos Ampuero, gerente comercial de Fillol Promociones.
Esto es que si Fernando González llega a la final del torneo, las ganancias por este concepto serán mayores que si esto no ocurre.
El mismo Massú, otrora gran favorito del público viñamarino, prefiere tomárselo con calma. “Antes nos preguntaban a los dos por el Chino Ríos, un tiempo le preguntaban a él por mí, ahora a mí por Fernando, este deporte es así, no me molesta para nada, sólo que a veces uno no tiene mucho más para decir”, se encoge de hombros el medallista de Atenas.
¿Cancha llena?
A las 22.00 horas de mañana, Fernando González hará su esperado debut ante el brasileño Thiago Alves (122º) y podrá comprobarse empíricamente la tesis de de que el gran gancho para el público es el flamante número cinco del ranking ATP.
El director del certamen, Álvaro Fillol, concuerda con la teoría. “Es más o menos evidente que después de lo que ha hecho él la gente quiera verlo. Por eso fue importante que él diera tranquilidad en el sentido de que jugará”, aclara.
En un momento y a raíz del desgaste físico que supuso su intervención en el abierto de Australia, surgieron voces que insinuaban la conveniencia de no jugar, especialmente la del capitán del equipo de Copa Davis Hans Gildemeister.
La respuesta de Fillol tiene la pausa puesta. “Ahora no voy a decir nada, pero cuando termine el campeonato lo haré. Claro que estas cosas influyen, molestan. Cada uno de los auspiciadores me ha llamado varias veces para cerciorarse de que Fernando va a jugar, a cada uno hay que decirle que si, hubo que hacer una conferencia de prensa para aclararlo”.
Mañana por la noche, González seguirá siendo el centro del universo para el tenis chileno, claro que ahora deberá responder en la cancha, en un duelo inédito y en el que más que lo que pueda hacer el brasileño Alves, la duda es cómo responderá el físico de un jugado y viajado Fernando González.