Horacio de la Peña ha sido factor importante en el alza tenística del último ganador del Challenger de Santiago.
Mauricio Palma, El MercurioLA SERENA.- En diciembre de 2005, Martín Vasallo Argüello cerró un trato con Horacio de la Peña. El a la sazón coach de Fernando González, asesoría al jugador trasandino a distancia, utilizando el teléfono, el correo electrónico y la mensajería instantánea.
Cuando fuera posible, trabajarían algunos días en Santiago, tal como sucedió tres semanas antes del comienzo de Roland Garros 2006. El tenista argentino, que había comenzado el año en el casillero 233, se plantó en la tierra de París y alcanzó la cuarta ronda, en una actuación soñada hasta que su compatriota Nalbandian se encargó de despertarlo.
Volvieron a entrenar juntos en Santiago y Vasallo Argüello tuvo sus mejores dos semanas desde Roland Garros. Levantó el trofeo del Challenger de Santiago y alcanzó la semifinal del abierto de Viña del Mar.
¿Coincidencia? La historia narrada desde la perspectiva de De la Peña es así. "Creo que me fijo en detalles que marcan mucho la diferencia para alguien que no está acostumbrado. Son pequeños detalles, pero le hago rendir sus tiros un 50 por ciento más, sus mismos tiros hacen más daño", explica.
Kitzbuhel, Sopot y Bucarest, ya lo vieron en segunda ronda, además de los cuartos de final en Palermo. Pero lejos su actuación más destacada junto a la de Roland Garros es la de Viña del Mar. "Si viste el partido (la semifinal con Horna) te das cuenta que pudo ganarlo. Los dos estaban nerviosos, pero a Martín le cuesta manejar lo que está viviendo. Quedó cerca de los 60 mejores tenistas del mundo…nadie entiende lo que eso es para él".
El Pulga quiere un chileno
"No va a haber viajes ni con Martín ni con otro" se apura a explicar el ex 31º del mundo en su época de jugador. "Tal vez en el futuro me pique de nuevo el bichito… jajaja, de seguro me va a picar", comenta riendo.
De la Peña dice que lo que realmente quiere "es sacar a un jugador competitivo en los próximos dos años. Quiero haber formado un jugador que tenga las condiciones para ser un tipo competente, un tipo que con trabajo podrá meterse más tarde entre los primeros 50 del mundo".
Para lograrlo, anuncia que estará "encima de la escuela a tiempo completo durante los próximos dos años. Materia prima hay, lo que uno duda a veces es si aguantarán, porque para entrenar yo soy muy pesado, soy insoportable, a mi me encantaría tener un profesor así. No sé si me aguanten, serán dos años de exigirlos al máximo, de estrujarlos, y sólo llegan los que están preparados para eso, los que aman el tenis".
El próximo tenista profesional chileno que será dirigido por Horacio de la Peña es el zurdo Borja Malo, actual 1.326º del escalafón mundial. "Mi idea es que en febrero del próximo año él esté jugando el ATP de Viña del Mar. Es un jugador interesante, tiene buenos golpes, pero necesita progresar mucho en la parte física, obviamente también en lo táctico, voy a ayudarlo para que se meta. Puede llegar a estar entre los 200 mejores del mundo", vaticina.
Respecto de Paul Capdeville, sus progresos han sido evidentes desde que se independizó y tomó la decisión de contratar a Diego Moyano como coach a tiempo completo. "Diego es un excelente muchacho, que está lleno de ganas por aprender y que trabaja muy bien, fue una gran decisión".
Agrega que "Paul juega cada vez mejor tenis, pero tiene un déficit físico importante. Nunca nadie lo entrenó como a un atleta, se preocuparon mucho de su tenis y poco de la otra parte. Carlos Burgos está haciendo un trabajo muy bueno con él, pero hay que entender que lleva tiempo".