Beckham celebra el tanto marcado de tiro libre a Claudio Bravo.
AFP
SAN SEBASTIÁN.- Dos goles, uno de David Beckham y otro de Van Nistelrooy, sirvieron al Real Madrid para remontar la desventaja inicial en su partido contra la Real Sociedad de Claudio Bravo y de paso le dieron algo de aire a Fabio Capello, que sale de Anoeta con más crédito del que tenía la pasada jornada.
Se esperaba un Madrid herido y peligroso, después del aluvión de críticas recibidas tras su derrota ante el Levante, pero nada más lejos de la realidad porque fueron los donostiarras, en sus mejores momentos de toda la temporada, los que tomaron la iniciativa desde el minuto uno.
El Real Madrid se echó atrás esperando que cediera el ímpetu de los locales pero con lo que no contaba era que para el minuto 7 iba a tener un gol en contra, tras una jugada con centro de Xabi Prieto que Casillas despejó apurado y Mikel Aranburu, totalmente solo junto a Elustondo en el área pequeña, no tuvo más que empujar el balón.
Antes, Kovacevic pudo haber batido al portero madridista si no se hubiera dormido en los laureles.Los jugadores blancos no se encontraron a gusto sobre el terreno de juego y los de la Real aprovecharon la debilidad de su rival para reivindicarse, de forma que futbolistas como Xabi Prieto, Aranburu, Gerardo o Rivas, que llevan una muy mala temporada, demostraron que todavía son jugadores de Primera División.
Los cambios introducidos por Fabio Capello no tuvieron efecto al principio y así la entrada a última hora de Emerson y Beckham en el once titular pasó desapercibida porque el balón estuvo casi siempre en las botas de los locales, que generaron una y otra vez peligro durante el primer tiempo.
Encima, la afición de Anoeta, de uñas en los últimos tiempos con su equipo, recordó noches de gloria pasada, presionó todo lo que pudo a los madridistas y dedicó una espectacular pitada a Rodríguez Santiago por considerar que Cannavaro, ya con amarilla, tenía que haberse ido a vestuarios en el minuto 30 por una obstrucción a la carrera de Xabi Prieto que tomaba el camino del gol.
El Real Madrid de Capello sigue siendo, no obstante, un equipo práctico y en el minuto 37 en su primer tiro a los tres palos, David Beckham, de tiro libre, batió al portero chileno y metió un espectacular gol para agrandar todavía más su leyenda.
Siguió durante la segunda mitad el conjunto blanco con esa ley del mínimo esfuerzo que tanto rentabiliza y, después de algunos instantes de aprietos por parte local, marcó su segundo tanto, obra de Van Nistelrooy con la colaboración de Claudio Bravo, al errar éste en su salida favoreciendo el remate de cabeza del delantero holandés.
Tendría que sufrir el conjunto madridista para llevarse el triunfo de Anoeta porque los jugadores de Miguel Angel Lotina, tras unos minutos de desconcierto, volvieron a la carga y disfrutaron de dos muy claras ocasiones para haber empatado el encuentro. Sobre todo la del danés Morten Skoubo, abortado por una excepcional intervención de Casillas en un remate a bocajarro.