BARCELONA.- El delantero camerunés Samuel Eto'o, del Barcelona, dinamitó hoy el vestuario azulgrana al atacar con extrema dureza a Frank Rijkaard, a quien calificó como "mala persona", y a su compañero Ronaldinho, de quien sugirió que le interesa más el dinero que su equipo.
"Salir a la sala de prensa a decir que no he salido a jugar es de mala persona. Yo siempre he cumplido con mis compañeros. Lo que ha pasado se lo preguntáis a Rijkaard. Si salgo y hablo, la gente verá lo que va a pasar", amenazó.
Todo llega tras los incidentes del domingo, cuando el delantero rechazó disputar los últimos cinco minutos del partido ante el Racing de Santander, un hecho que denunció su técnico ante los medios de comunicación.
Eto'o acudió hoy a un acto de presentación de un libro de ayuda a Camerún. En principio no iba a aceptar preguntas, pero luego admitió la conversación con los periodistas, a los que ofreció un discurso incendiario que a buen seguro traerá consecuencias en su equipo.
El camerunés comenzó su monólogo comentando que existen dos bandos en el Barcelona y que los que han hablado sobre su plantel tendrán que ser los que den explicaciones: "El que dijo lo que dijo es el que tiene que hablar con ustedes. Yo no voy a dar ninguna explicación a nadie. Sólo daré una explicación al club si me lo pide", dijo en relación a Rijkaard, a quien todavía no ha ofrecido su versión sobre el incidente.
Posteriormente, el delantero africano reveló que en el equipo hay dos grupos, uno fiel al presidente y otro ligado al ex vicepresidente Sandro Rosell: "En el Barcelona hay dos bandos, dos grupos, uno es el del presidente y los otros son los de otra persona. Lo que duele son mis goles y yo voy a seguir marcando", afirmó.
Los ojos de Eto'o comenzaron a enrojecer a medida que avanzaba en su discurso y prosiguió con su ataque cuando los periodistas le mencionaron a Rosell: "A ver si alguien tiene los huevos de decirme las cosas a la cara. Cuando (Rosell) fue mi jefe ni me saludaba. Eso es de mala persona".
Y para Rijkaard y el vestuario azulgrana también se guardó otro ataque: "Lo que tienen que pensar es que yo siempre me he entrenado incluso lesionado y con golpes". "Me he encontrado en medio de una guerra y yo soy el que se lleva los palos", sentenció.
Con sus palabras Eto'o confirmó a quienes piensan que en el vestuario azulgrana hay privilegios y jugadores a los que se les consienten actos de indisciplina, según se estuvo publicando en algunos medios de comunicación.
La opinión de Eto'o entroncó con su siguiente objetivo, que fue Ronaldinho, alimentando otro de los rumores, el que habla de celos entre el camerunés y el brasileño. Ronaldinho criticó el domingo su renuncia a jugar y recibió respuesta: "Si un compañero dice que hay que pensar en el grupo, hay que pensar en el grupo. Pero yo pienso siempre primero en el grupo y luego en el dinero".
Las declaraciones de Eto'o dejaron en muy mal lugar las afirmaciones ofrecidas dos horas antes por su presidente, Joan Laporta, quien exculpó al camerunés al comentar que no jugó porque "prefirió ser prudente" tras estar recuperándose de una lesión.
Porque, además, Laporta aseguró que no había lugar para la polémica y se encomendó a "lo bien que maneja Rijkaard" estos asuntos para zanjar el caso. Rijkaard tiene una misión incomparable por delante: apagar el brutal incendio generado por Eto'o.