EDIMBURGO.- El polémico dueño del equipo Escocia Hearts, el lituano Vladimir Romanov, denunció que los dos clubes más poderosos del fútbol escocés, Celtic y Rangers, sobornan árbitros y jugadores rivales en complicidad con la Federación de ese país.
"Convirtieron al fútbol en una especie de negocio con su juego deshonesto. Compran a jugadores y árbitros. Nadie puede evitar que debiliten a equipos rivales y cuando las fuerzas son similares entonces son los árbitros los que influyen en el resultado", afirmó Romanov.
Su nueva denuncia, a la revista rusa Fútbol, agravaría una demanda legal que libra con la Federación escocesa por acusaciones previas similares y abriría además una nueva causa en su contra, según advirtió el director del Celtic, Brian Quinn.
"Esto es absurdo, absolutamente ridículo, la Federación escocesa tomará cartas en el tema", agregó Quinn.
Romanov dijo que, sin ayudas, hasta el FBK Kaunas, el equipo lituano que él patrocina, podría jugar de igual a igual ante Rangers y Celtic, viejos y clásicos dominadores del fútbol escocés.
El extrovertido patrón del Hearts también acusó a sus propios jugadores de trabajar secretamente en los supuestos arreglos, al disculpar los pobres resultados obtenidos por el nuevo DT Eduard Malofeev en el inicio del campeonato escocés.
"Bueno, si uno tiene a cinco personas en el equipo trabajando para Celtic y Rangers, ¿qué más se puede decir? ¨Qué puede hacer Malofeev?", se preguntó Romanov, a quien la Federación escocesa ya impuso una multa de 10.000 libras esterlinas (unos 20.000 dólares), que fue apelada, por acusaciones contra los árbitros, luego de que el Hearts lograra ganar la copa escocesa.
Sus denuncias provocaron fuertes rechazos en los sitios on line de la prensa escocesa por parte de furiosos fanáticos de Celtic y Rangers, pero una minoría afirmó que “por fin" alguien dice públicamente lo que todos los aficionados de ese país advierten semana a semana.