Matías Fernández fue titular en empate del Villarreal

BARCELONA.- El Villarreal de Matías Fernández cortó la racha ganadora del Espanyol, vencedor en sus últimos tres encuentros de Liga, al empatar en Montjuïc (1-1) gracias a un extraordinario gol del uruguayo Diego Forlán, que contrarrestó el tanto inicial de Raúl Tamudo en la primera parte.

Llegaba el Espanyol en su mejor momento de la temporada, pero se frenó ante un Villarreal más despierto que a punto estuvo de embolsarse el triunfo en los últimos compases del choque, sobre todo en una acción de Cani a falta de cuatro minutos para el final, en un remate franco sobre la línea de gol que envió por encima del larguero.

El conjunto de Ernesto Valverde sólo tuvo principio y final. Se sostuvo en las intervenciones de Kameni y en el gol de Tamudo, pero no ofreció nada más. Se diluyó en la segunda parte y rescató el punto con cierto alivio. El Villarreal, en cambio, elaboró mejor su juego y fue de menos a más, aunque su apuesta ofensiva de la segunda mitad no le alcanzó para sumar los tres puntos por su falta de acierto, cuando tenía a su rival contra las cuerdas.

El conjunto local comenzó más enchufado y pudo abrir el marcador a los diez minutos en una internada de Tamudo, que envió fuera su "globito" ante Viera cuando el Olímpico ya celebraba el gol.

El Villarreal, sin embargo, sólo necesitó acercarse al área de Kameni para poner en apuros al Espanyol. En menos de un minuto, el portero camerunés salvó a su equipo de dos goles cantados, en sendos remates de Matías Fernández y Cygan.

Animado por sus ocasiones, el Villarreal se agrandó. Disfrutó de sus mejores minutos ante el desconcierto del Espanyol gracias al vivaz Marcos. Pero el Espanyol se agarró de un chispazo de sus delanteros para adelantarse en el marcador. En una falta sancionada a la derecha del pórtico de Viera, una de tantas, Tamudo logró el primer gol del partido.

Luis García lanzó el balón ante el despiste general de la defensa amarilla y Tamudo remató de volea envió el balón a la red. El Villarreal se quedó tan sorprendido como su entrenador, Manuel Pellegrini ante la falta de concentración de los suyos.

Sin desplegar un juego brillante y sostenido por su portero y su delantero centro el Espanyol alcanzaba la ventaja. El gol reactivó al bloque catalán y dejó sin voz ni voto al Villarreal, que se dejó ir hasta el descanso sin más intención que tomarse un respiro y recomponerse en la segunda parte.

La segunda etapa

Y así lo hizo a los nueve minutos de la segunda etapa. Forlán recibió un balón en la entrada del área y tuvo tiempo para preparar el disparo, incontestable para Kameni, inmóvil mientras el balón se colaba por su ángulo derecho. Un gran gol que giró el signo del partido hacia el lado amarillo, absoluto dueño en la segunda mitad.

No encontró argumento alguno el Espanyol, falto de juego y de cohesión, resignado a ver cómo el partido se le escapaba como agua entre las manos. Entró Costa por Jonatas para ganar peso en la zona ancha, entró Pandiani para mejorar el remate, pero no encontró Valverde la manera de enderezar a su equipo.

Con espacio por delante, el frente de ataque del Villarreal se frotó las manos. Pellegrini sentó a Tomasson, demasiado estático, para dar entrada a Guille Franco, que completó la línea con Marcos, Matías Fernández y Forlán.

Fue el uruguayo el mejor de su equipo. Desaparecido en la primera mitad, sostuvo al Villarreal en la segunda y apareció en todas las jugadas de peligro de su equipo. También en la más clara del partido, una carrera por la banda izquierda que dejó a Cani solo frente a la portería vacía de Kameni. El gol era inevitable, pero Cani lo desperdició incomprensiblemente y lanzó la pelota por encima del travesaño.

Fue el punto y final del partido para alivio del Espanyol, conforme con un punto ante el dominio del Villarreal, que despertó demasiado tarde para llevarse la victoria del Olímpico de Montjuïc.