SANTIAGO.- El empate sin goles del clásico universitario dio un pequeño alivio al cuerpo técnico azul, al menos por esta semana, después de recibir el resplado del síndico José Manuel Edwards.
Salvador Capitano llegaba muy comprometido al partido ante la UC y de haber perdido su continuidad se volvía insostenible. Pero empató y logró tener algo más de tranquilidad para el próximo partido ante Cobreloa.
El DT de la U, tras el encuentro afirmó haber visto mejor a su equipo y dijo: "En un partido parejo, fuimos superiores. Para Capitano, que fue expulsado en el segundo tiempo y que se retiró entre las pifias de la hinchada, sus dirigidos comienzan a despertar. "Este es un equipo que recién comienza a dar que hablar", señaló con sobrado optimismo, debido al magro espectáculo dado por las dos universidades.
Pese a las declaraciones del argentino, el título ya comienza a ser visto con distancia. El DT al respecto manifestó que espera que la U "haga lo mejor posible", en una especie de encubierta resignación ante la ventaja que ha sacado el líder del torneo, Colo Colo.
El respaldo del síndico
José Manuel Edwards llegó hasta el camarín azul después del duelo, y aunque no quiso comentar los pormenores del partido, el síndico dijo, "obviamente no estoy conforme con los resultados, pero veo de buen ánimo al platel".
También el dirigente de la U debió volver a salir al paso de las especulaciones en torno a la continuidad de Capitano. Consultado si el cuerpo técnico tenía su respaldo, Edwards declaró: "Sí, nosotros no podemos inyectar más incógnitas".
Lo que sí hizo el síndico fue deslizar una crítica al plantel, haciendo referencia a que al interior del camarín hay conciencia de los esfuerzos hechos por la dirigencia. Entonces sería otra cosa la que falta: "Los jugadores también son responsables de que esto ande bien, ellos deben hacer su aporte", concluyó.
Manuel Iturra cuando salió del camarín resumió de forma precisa lo que fue el encuentro de esta tarde en el estadio Nacional: "Fue un partido fome".
Jorge Acuña, se mostró dolido por el resultado y reconoció que al equipo "le cuesta en la parte ofensiva". El volante, que tuvo un especial partido con las barras, finalizó afirmando que "si no sumamos de a tres", el torneo está perdido.
Francisco Arrué, otro ex UC, fue más optimista y dijo estar convencido que la U "va por buen camino", aunque reconoció al igual que Acuña, que a la hora de definir el plantel azul "tiene un déficit".
La Universidad de Chile tendrá hasta el día jueves para preparar el duelo ante el sublíder del torneo, Cobreloa. Una victoria sobre el elenco naranja serviría para empezar a dejar atrás el mal torneo, pero una derrota podría sentenciar el destino del cuerpo técnico.
Una vez que se inició el encuentro se vivieron algunos incidentes al interior de la barra de la Universidad de Chile: Las fuerzas especiales de Carabineros ingresaron al sector sur, requisaron unos lienzos y se tranzaron en una breve pelea con los barristas, justo en momentos en que el síndico les pretende asignar responsabilidades de seguridad.
"Que entren 15 carabineros a una barra donde hay 8 mil hinchas, no me parece", manifestó el síndico, agregando que fue la propia hinchada azul la que puso punto final a la violencia con Carabineros esta tarde.
Edwards salió en defensa de Los de Abajo y dijo, que salvo por hechos puntuales, este año han tenido un comportamiento "bastante ejemplar". "Nuestra idea con la barra no es un ‘chiste’ como algunas autoridades del gobierno dicen; ellos deben tener cautela con sus palabras".
Edwards remató con que, la autoridad, "más que reírse de la propuesta, debieran estar agradecidos".
El ex volante de la UC volvía a saltar a la cancha del estadio Nacional para disputar un clásico universitario, pero esta vez lo hacía defendiendo al elenco azul. Era al menos una situación "especial".
Acuña fue recibido por pifias de la barra de la UC quienes le recordaron su pasado en el equipo y su "traición", mientras que los hinchas de la U, en especial la tribuna, también le regalaba silbatinas. "Estoy tranquilo, incluso me da más animo, me encanta que me griten cosas", dijo al respecto el volante.
Para el jugador, las pifias de la barra del equipo cruzado, se deben a que "están dolidos porque estoy acá (en la Universidad de Chile)", aunque el volante cree que la barra azul lo dejará de silbar "cuando se den cuenta que me juego por completo por el club".