MIAMI.- Primero, descanso. Luego, regreso a los entrenamientos, y, finalmente, el reencuentro con la ansiada arcilla. El español Rafael Nadal regresará esta semana a España con la mente puesta en moderar los problemas en el pie que lo llevaron a renunciar a la Copa Davis, y también con una agradable certeza: "Federer no dura para siempre".
Nadal fue eliminado anoche en los cuartos de final de Miami por el serbio Novak Djokovic, el mismo jugador al que había batido en la final de Indian Wells. Esta vez el partido fue muy diferente, y el español nunca pudo tomar la iniciativa ante un pletórico rival que cada vez crece más en su tenis.
Pese a la derrota, el español estaba bastante feliz en su charla con la prensa al filo de la medianoche. "En estos dos torneos jugué muy bien, y es muy diferente llegar a la tierra con un título y un cuartos de final en dos Masters Series sobre cemento que con nada", analizó el número dos del mundo, que ya tiene en mente la defensa de su título en Montecarlo, primera escala de la gira sobre arcilla, que comienza el 16 de abril.
"Voy a tratar de llegar a Montecarlo como todos los años, y si juego un buen tenis tendré la chance de ganar el torneo, aunque sé que es muy difícil lograr lo que hice el año pasado en arcilla", aseguró.
Hay una cifra grabada a fuego en la mente de Nadal: 2.300. Se trata de los puntos que defenderá en las próximas semanas, la suma de sus títulos en Montecarlo, Barcelona, Roma y Roland Garros.
"Este año jugaré Hamburgo, que no lo jugué en 2006", destaca, imaginando que los puntos ganados en el torneo alemán podrían compensarle la eventual pérdida de otros si no logra repetir la perfecta temporada que protagonizó en la primavera europea de 2006.
Pese a que su problema en el pie lo llevó a desistir de jugar la Copa Davis ante Estados Unidos la semana próxima, Nadal asegura que no habrá demasiados cambios en el programa de entrenamiento que llevará adelante en Mallorca, programa que incluye una exhibición en Calviá el 11 y 12 de abril.
"No hay nada especial, me haré una revisión del pie, en Barcelona, descansaré los días que me diga el médico y después comenzaré a entrenar. Tengo además una exhibición en Mallorca con Moyá, Nalbandian y Davydenko, son dos días, así que creo que podré prepararme de la mejor forma para la temporada de clay".
Y aunque no lo enfrenta desde las semifinales del Masters de Shanghai, en noviembre, el nombre de Roger Federer siempre está en la mente de Nadal. "El mundo no es sólo Federer y yo", dijo al preguntársele por las prematuras eliminaciones de ambos en Miami. "Ahora mismo él es el mejor, es circunstancial que haya perdido dos partidos, porque sigue siendo el mejor", afirmó.
Pese a que la distancia entre el suizo y el español en el ranking se reducirá algo más el lunes próximo, Nadal -que disfruta calculando todos los movimientos y variantes de la clasificación- no quiere ni pensar en eso.
"Defiendo 2.300 puntos en las próximas cinco semanas. No hay que pensar en el número uno, hay que luchar por conservar el número dos, que ya es muy difícil", afirmó. Pero entonces, cuando parece que cerrará con burocrática elegancia la respuesta, surge el Nadal confiado, el Nadal que en efecto sueña con ser número uno. "Federer dura, pero no dura toda la vida. Tengo cinco años menos que él, y hay que estar preparado para cuando llegue el momento".
