LIVERPOOL.- El Liverpool redondeó su clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones con un triunfo frente al PSV Eindhoven, sumiso y entregado a su condición de comparsa, en un duelo sin tensión aderezado únicamente por el tanto de Peter Crouch.
El conjunto de Rafael Benítez espera ahora al Chelsea de José Mourinho en el penúltimo asalto hacia la corona europea después de un trámite en Anfield, condicionado por la apabullante autoridad que demostró el Liverpool en el Philips Stadium en el encuentro de ida contra el PSV, cuando se impuso por 3-0.
La evidencia del marcador dejó mutilada el resto de la eliminatoria. El propio conjunto holandés renunció a creer en la remontada. De hecho, el técnico Ronald Koeman se resignó a asumir la realidad y afrontó la visita a Inglaterra como un doloroso trámite a cumplir.
El PSV se presentó en Anfield con las bajas de Alex, Afellay, Edison Méndez, Reiziger, Alcides y Kromkamp y un espíritu entregado en el resto de futbolistas que viajaron a Inglaterra, que ni siquiera optaron por poner en aprietos a su rival o buscar un adiós decoroso en la competición europea.
El cuadro de Ronald Koeman, centrado en no perder el liderato de la Liga de Holanda ante el acoso del Ajax y el AZ, entregó la iniciativa a su adversario, prudente pero más motivado que el PSV alentado por las gradas plagadas y entregadas al equipo.
Rafael Benítez, sin embargo, no efectuó gestos para la galería. Puso sobre el césped a gran parte de sus titulares. Sólo resguardó a Steven Gerrard y a David Carragher.
Ante la apatía del rival, Álvaro Arbeloa y Jermaine Pennant encontraron un filón por la banda derecha. Por ahí llegaron las ocasiones de los locales. Sin gran esfuerzo, el Liverpool pudo contentar a la grada y marchar al descanso con ventaja si Peter Crouch hubiera aprovechado un centro del interior inglés, desbaratado por el meta Gomes o el holandés Boudewijn Zenden atinara en el lanzamiento de una falta que salió rozando el palo, en el último minuto.
El PSV amagó con un intento de mejora. Pero fue un espejismo. Se marchó definitivamente del partido cuando Marcelis fue expulsado por efectuar una entrada sin sentido en medio de un partido de guante blanco. La nueva situación animó al Liverpool, que por momentos se contagió de la inoperancia de su rival. Y Peter Crouch, pasada la hora de juego, consiguió batir a Gomes para echar algo más de lustre a la clasificación de su equipo.
Respecto de Mark González, el volante chileno entró a los 27 minutos del segundo tiempo, para reemplazar al español Xavi Alonso, y no tuvo jugadas de mayor trascendencia. Pese a su falta de gravitancia, el volante formado en Universidad Católica se convirtió en el primer futbolista chileno que participa activamente en una clasificación a semifinales de la Liga de Campeones de Europa.