BUENOS AIRES.- El ídolo deportivo argentino Diego Maradona tuvo que ser hospitalizado en una sala de terapia intensiva la madrugada del viernes, a dos días de haber sido dado de alta de una hepatitis por intoxicación alcohólica, informó a la AFP una fuente médica.
Maradona, de 46 años, fue llevado de urgencia a un centro hospitalario con un fuerte dolor en el abdomen, a unos 30 Km al sur de la capital argentina, aunque la fuente se excusó de precisar cuál fue la razón de la nueva internación.
El ex capitán de la selección argentina de fútbol estuvo 13 días internado en una sala común por excesos con la bebida que le provocaron una crisis hepática.
El ex jugador de Nápoli de Italia y FC Barcelona de España había estado al borde de la muerte en 2004 por un severo cuadro cardiovascular y respiratorio, aunque en aquel entonces el detonante fue el consumo de drogas peligrosas.
Maradona está acompañado por su novia, Verónica Ojeda, en cuya residencia se había alojado desde que salió de un sanatorio privado de la capital.
Otra fuente hospitalaria dijo que el astro fue asistido en la nueva emergencia por Alfredo Cahe, quien había sido su médico personal hasta este jueves cuando le dijo que cesaba en sus funciones.
Pero Cahe apareció otra vez al lado del ex futbolista y preparaba este viernes una conferencia de prensa para dar información oficial sobre la salud del ídolo.
Maradona había emprendido un ciclo de recuperación de su alcoholismo, luego de que los médicos del sanatorio consideraron que había experimentado una sorprendente evolución.
La euforia por la externación anterior llevó a Maradona a anunciar el jueves que el domingo próximo estará en su palco del estadio La Bombonera para ver jugar a su querido Boca Juniors en el superclásico del fútbol argentino contra el archirrival River Plate, por el oficial torneo Clausura-2007.
"El domingo voy a ir (a la Bombonera), con suero, con el doctor mío, en ambulancia, con lo que sea", había bromeado en una entrevista con la televisión.
Cahe había expresado "las circunstancias de evolución físicamente y psíquicamente fueron tan buenas, tan buenas que hasta yo estoy asombrado".
Los psiquiatras que lo habían atendido también destacaron que el ex jugador mostraba buena disposición al tratamiento.
Pero otras fuentes médicas del sanatorio habían advertido que Maradona debía encarar con seriedad un tratamiento psicológico que contemple una personalidad inclinada hacia las adicciones al alcohol o a las drogas peligrosas.
Las conductas adictivas comenzaron a manifestarse cuando estaba en el apogeo de su carrera, en los años 80, momento en el cual fue considerado el mejor jugador del mundo.
El consumo de cocaína o de otras sustancias pasó del fuero íntimo al ámbito público cuando se le detectaron casos de doping en partidos oficiales, primero en Nápoli y luego con la camiseta de la selección argentina.
El caso de mayor resonancia fue en el Mundial de Estados Unidos-1994, cuando tuvo que ser apartado del equipo, que sintió el duro impacto de perder a su capitán y líder, hasta ser eliminado sin pena ni gloria.
Maradona siguió jugando con fuego tras su retiro, con excesos de alcohol, habanos y comidas pantagruélicas, hasta que en 2004 su vida corrió peligro.
Pero con un físico privilegiado logró sortear la crisis y causó asombro cuando se convirtió en exitoso animador de televisión, además de entrar de nuevo en acción en las canchas con el showbol, una variante del fútbol sala.