LONDRES.- El novato británico Lewis Hamilton podría llegar a ser el mejor piloto nunca visto en la Fórmula Uno, dijo el jefe de la escudería McLaren, Martin Whitmarsh.
"¿Por qué no?", se preguntó el miércoles en el diario The Guardian, después de que el británico consiguiera este fin de semana su tercer podio en sus tres primeras carreras.
"Es obviamente demasiado pronto para analizar pero si la tendencia continúa, no hay razón para que no sea el mejor piloto de la historia", afirmó.
Whitmarsh, quien trabajó en McLaren con pilotos como el brasileño Ayrton Senna y el cuádruple campeón francés Alain Prost, dijo que hay "unos aspectos muy concretos que diferencian a los de arriba de los pilotos simplemente buenos o normales".
"Y creo que es bastante claro que Lewis cumple todos esos requisitos", agregó.
En el Gran Premio de Bahrein del domingo, Hamilton, de 22 años, quedó segundo, mientras que su compañero de escudería, el doble campeón del mundo Fernando Alonso, llegó quinto.
Una semana antes, en Malasia, también fue segundo aunque en esta ocasión tras el español. Además fue tercero en la primera carrera de la temporada en Australia.
Su fenomenal comienzo de temporada, con unas excelentes salidas al inicio de la carrera, han hecho que sea el primer piloto de la historia de la Fórmula Uno que termina sus tres primeras carreras en el podio. Esto le ha servido para compartir el liderazgo del campeonato con Alonso y el piloto de Ferrari Kimi Raikkonen, los tres empatados con 22 puntos.
Otros también lo elogian
Grandes de la Fórmula Uno como Jackie Stewart y Stirling Moss han aclamado la actuación y la actitud del joven después de Melbourne y los elogios han continuado mientras aumenta la expectación.
"En los próximos tres años, ciertamente Lewis Hamilton competirá, y podría ganar fácilmente el campeonato", dijo Stewart al diario The Sun.
"No es inconcebible que pudiera ser este año (...) está capacitado para lograr más en un breve tiempo que cualquier piloto que yo haya visto", afirmó.
Hamilton entró en la Formula Uno tras ganar el título de GP2 el año pasado y ha sido criado con cariño en McLaren durante la década pasada.